Monseñor Cándido Rada: Evangelizó desde el desarrollo humano

Osvaldo Fierro | RS 91


Monseñor Cándido Rada fue un hombre de fe, cristocéntrico, muy apegado a la Virgen María, teólogo de la reconciliación, visionario del papel social de la iglesia, promotor de la ciencia y la educación, moderno y organizador, con conciencia ecológica, propulsor de soluciones a los problemas de género, escritor con pocos escritos, viajero sin fronteras, erudito en muchos temas, con carácter fuerte, gran gestionador, anecdotario, un gran conversador y conocedor de muchos temas, un adelantado para su tiempo, constructor, cercano, franco, sincero, filósofo…

Les invito a conocer la vida y obra de este ser humano que tanto bien le hizo al desarrollo humano integral de muchas personas.

Cándido Rada fue hijo de Olegaria Senosiain, vasca y Narciso Rada y Palacios, Navarro. Españoles. Se casaron el 3 de marzo de 1886 en San Martín de Unx, pueblo cercano a Pamplona. Su abuelo paterno fue militar y su papá fue organista reconocido.

Los Rada Senosiain dejaron España por los años 1892-93 para dirigirse a América. Llegaron a Uruguay. Don Narciso tenía una compañía de zarzuela, en América se dedicó a la distribución de películas, profesión que heredó su hijo del mismo nombre.

El matrimonio Rada Senosian tuvo 14 hijos, 10 vivos y 4 muertos. Cándido fue el décimo tercer hijo de este matrimonio, una familia muy “cristiana y laboriosa que se dedicó a la industria y al comercio en Chile, pero manteniéndose siempre relacionada a la patria de origen, honrándola con su integridad religiosa y ejemplar”.

Cuando Cándido Rada, a los 14 años, en 1919 entra al seminario de Macul dirigido por los Salesianos en Santiago de Chile a estudiar humanidades, hasta 1923. Él deja de viajar, pero su familia sigue con el mismo trajín.

Cándido Rada nace en Punta Arenas el 23 de mayo de 1905, Le bautizaron con el nombre de Cándido Luis Policarpo Rada Senosiain. Cándido le pusieron por su abuelo Cándido Senosiain i Oscariz, padre de su mamá Olegaria. En tiempo de Rada, Punta Arenas era una ciudad europea. En su casa siempre los libros fueron parte de su cotidianidad.

Posiblemente a los 5 años entró a una escuela de Valparaíso, en donde aprendió a leer y escribir. Después de ver un desfile militar en 1910, llegó a su casa muy entusiasmado y manifestó su deseo de ser militar.

Terminó la secundaria en 1923, se matriculó en Leyes en la Universidad Católica. Rada describe así el momento en que tomó su decisión de hacerse sacerdote: “Llegó el día de decidirme, y desde la Universidad comenzaba Leyes, opté por hacerme Salesiano… Escribí a mi padre solicitando el permiso para seguir la carrera sacerdotal: entrar al Noviciado Salesiano”. Su padre le contestó “… Bien sabes que yo jamás me he opuesto a cualquier vocación de mis hijos. Quieres ser abogado. ¡Selo! Quieres ser carbonero. ¡Selo! Quieres ser sacerdote. ¡Selo¡ Una sola cosa te pido: Salva tu alma¡”.

Rada retrata su juventud diciendo de si mismo “joven deseoso de ser algo. Lo demás… lo demás lo han hecho en mí los salesianos, Don Bosco, María Auxiliadora y Jesucristo”.

Su vida salesiana
Estudio tres años de Filosofía en el Instituto Camilo Ortúzar Mont, en 1927 viajó a Turín a estudiar Teología en el Estudiantado Teológico de Crocetta o Instituto Internacional don Bosco. Aquí completó sus estudios, obtuvo la laurea cum laude. Por su temperamento fuerte y la pasión por defender sus tesis, le consideraban un “contestario”, razón por la cual no le graduaron con sus compañeros.

El 5 de julio de 1931, Cándido Rada Senosiain, es ordenado sacerdote a los 26 años por el Cardenal Giuseppe Gamba. Una vez ordenado sacerdote, vuelve a Chile en donde ejerce su ministerio sacerdotal, trabajando en educación de los jóvenes y en la formación de aspirantes salesianos.

A los 36 años, en 1941, es nombrado administrador apostólico de Iquique hasta 1942, de ese año a 1945 fue nombrado director del Colegio Salesiano de Valparaíso.

Fue profesor de la Universidad Católica de Chile, allí se relacionó con varios jóvenes, entre ellos Eduardo Frei Montalvo, quién posteriormente sería presidente de Chile.

Obispo de San Carlos de Ancud (Isla Chiloé).
El 9 de junio de 1945, apenas cumplido 40 años, es nombrado Obispo de San Carlos de Ancud (Isla Chiloé). Por cuatro años se dedicó por entero a su trabajo pastoral. Fue también, nombrado en diciembre de 1947 el primer obispo de Punta Arenas, aunque nunca se posesionó como tal.

Renuncia a la diócesis de Ancud.
Monseñor Cándido Rada tuvo que enfrentar un proceso en el Vaticano injusto e infundado, en su primera visita Ad Limina, debido a esas falsas acusaciones, se le advierte que no puede regresar a su diócesis porque debe arreglar algunas dificultades: se le acusaba de mala administración. Pidió pruebas, insistió y el Vaticano no le respondió ni justificó su postura. Decidió renunciar a su diócesis el 23 de diciembre de 1949. Tras de estas denuncias sin sentido estaba el Nuncio Apostólico en Chile: Lugi Acogli.

Portavoz de Domingo Savio
Después de su renuncia a la diócesis de Ancud, recibió la solidaridad del rector mayor de los salesianos y le encargó que le represente a título personal y de los salesianos en la difusión y promoción de la canonización del joven Domingo Savio.

En 1950, Rada participa en la canonización de la primera santa ecuatoriana: Santa Mariana de Jesús.

Viene al Ecuador
Mientras Cándido Rada estudiaba en Turín, por 1930 sus padres visitaron el Ecuador por motivos laborales. En 1933, su hermana Carmen Enriqueta se casó con un ecuatoriano. En 1943 los padres de Rada vienen a Ecuador a visitarle a su hermana. Ese mismo año muere su papá en tierras ecuatorianas. En 1947 participó en el Congreso eucarístico celebrado en Quito. El 1949 hace una visita relámpago al Ecuador.

El 19 de junio de 1951 llega al Ecuador, era su tercera visita, tenía 46 años. De 1951 a 1958 vivió en Quito, inició trabajos en el campo educacional salesiano. En 1953 muere su madre. Ese año empezó la construcción del Girón, de los colegios Spellman femenino y masculino, apoyó la construcción y remodelación del colegio Don Bosco de la Tola y de la Procura Salesiana y compró los terrenos del actual colegio Técnico don Bosco de la Kennedy. El 1954 inaugura el Instituto Superior Salesiano.

Para seguir en su tarea de constructor y gestor académico viaja mucho a conseguir fondos para la construcción de los colegios Spellman.

Creación de la Diócesis de Guaranda
En 1862 el Papa Pío IX crea la Diócesis de Bolívar, que abarcó las provincias de Chimborazo y Bolívar una vez fundada en 1884. La sede episcopal fue Riobamba. Ya sea por falta de vías de comunicación, ya por escasez de sacerdotes, Bolívar no recibió atención eclesial apropiada, estaba abandonada. El obispo visitaba las tierras bolivarenses cada 10 años.

Al acercarse los 100 años de la creación de esta diócesis, se crea en Guaranda un movimiento encaminado a conseguir del Vaticano la creación de la diócesis para que atendiera sus necesidades espirituales en sus 3.254 Km2 y más de 100 mil habitantes. Se atendió este pedido y se dio el nacimiento de una nueva diócesis.

El 19 de diciembre de 1957, el Papa Pío XII crea la diócesis de Guaranda, como sufragánea de la de Cuenca. El primer obispo nombrado fue el canónigo Gilberto Tapia, quien renunció a los pocos días, antes de ser posesionado, se dice que no aceptó por ser una diócesis pobre, que carecía de todo.

Nombrado Obispo de la Diócesis de Guaranda
A finales de 1957 y primeros meses de 1958 viaja por Europa, Chile y Estados Unidos. A su regreso a Ecuador, ya entrado el segundo semestre de 1958, en el mismo aeropuerto le comunican que ‘El Nuncio quiere verlo inmediatamente’, se presenta en su oficina y le dice: ‘Le he llamado para comunicarle que la Santa Sede le ha nombrado Obispo de Guaranda’.

Al respecto Rada manifiesta “Fue una verdadera bomba. Bien sabe Dios que esta noticia llegada desde Roma, del Papa, me resarcía de tantas penas pasadas en Roma el año 1949-1950 y me reivindicaba de todo lo que se me hizo tan injustamente o mejor tan exageradamente de actuación en Chile-Ancud. Cierto que era para mi una satisfacción y un cierto reproche para el nuncio en Santiago: Lugi Acogli”.

A continuación, anota: “Así se lo expresé a Mons. Opilio Rosi, nuncio en el Ecuador, lleno de gratitud a Juan XXIII. Es pues mi reivindicación o verdadera sanativa in radice de todo lo sucedido y acusado por el Nuncio en Chile” y culmina: “Dios sea bendito y su santa Madre, María Auxiliadora, que siempre en los avatares de mi vida, larga ya y azaroza muchas veces…”.

Según Mons Rada, el Nuncio Rossi le dijo solo dos cosas: “¿Cuándo desea tomar posesión? Y que en la nueva diócesis no hay nada. Solo le puedo dar el decreto de la Erección de la Diócesis…”. “Bueno agregó, ‘le doy la bendición del Papa también’.

El 29 de junio tomó posesión de su Diócesis. Ese día se llenaron las calles de Guaranda de gente y a las 10h00 empezó el desfile. En la posesión le acompañaron el Nuncio Apostólico Opilio Rossi, Mons. Leonidas Proaño, Obispo de Riobamba, Monseñor César Mosquera, arzobispo de Guayaquil, Bernardino Echeverria, obispo de Ambato, Manuel Serrano Abad, arzobispo de Cuenca, Silvio Haro, obispo de Ibarra y el prelado de Babahoyo.

El 31 de marzo de 1960 el papa Juan XII le ratifica a Mons. Cándido Rada como Obispo Residencial de Guaranda, cargo en el que estuvo por 20 años, hasta su renuncia por límite de edad.

Llegó a una Diócesis pobre
A su llegada constató la pobreza en la que vivía la gente de sus diócesis, por eso anotó “Verdadera pobreza”. Recibió “la catedral desmantelada, la viejísima casa parroquial, la iglesia de San José, la Quinta Cisneros con la escuela San José y 11 sacerdotes”.

El 30 de junio, realizó varias visitas y mientas estaba en la catedral se enteró de una lacerante realidad. El templo estaba dividido en clases sociales: adelante los blancos en filas de bancas con sus nombres, atrás los indios. “Cuando lo supe lo hice quitar, con protestas…”. Desde su llegada a Guaranda demostró su gran preocupación por los más pobres y su dolorosa realidad.

Monseñor Cándido Rada Senosiain, sin temor ni favor, hizo su ingreso y marcó con su presencia y accionar una nueva etapa del desarrollo provincial. Fue un gran soñador, adelantado para la época, a la vez pragmático y vehemente, trabajador incansable, gestionador permanente, trabajó arduamente para alcanzar, en corto tiempo, el progreso de las comunidades agrícolas de la provincia de Bolívar. Jamás le faltó el espacio para gestionar y conseguir apoyo humano y financiero para el pueblo ni el discurso indicado para lograr sus objetivos. Era de una sola pieza. Integro, intachable, incansable. Un pastor con olor a oveja. Un seguidor fiel de Jesús y su Evangelio. Por su temperamento, a veces explosivo, también tuvo malquerientes y detractores. Mandó a callar a más de un político que pretendía usar el púlpito con fines electorales. Se ganó el respeto y la consideración de su pueblo.

Visita a la Virgen del Guayco (Quebrada)

La Virgen del Guayco, según la tradición se apareció en 1708 a la indiecita Luza María Chela. Para esa época era muy querida por el pueblo y había mucha devoción.

Al mes de llegado a Guaranda, Mons. Rada el 22 de julio de 1958 visita la parroquia Magdalena (Chapacoto) y baja a la quebrada a conocer a la Virgen del Guayco. En esa visita Mama Nati conquistó su corazón. Simplemente se enamoró de la Virgen. El 8 de septiembre del mismo año, Rada empieza a preocuparse por el estado del Santuario, lo declaró Santuario Diocesano y a la Virgen del Guayco como patrona de la Diócesis.

De 11 sacerdotes a 45 y formación para sus curas
En la nueva diócesis, Monseñor Rada se encontró con 11 sacerdotes, inmediatamente empezó un periplo por varios países de América y Europa para conseguir más sacerdotes. En un tiempo record consiguió 45 sacerdotes y 127 religiosas que llegaron a la diócesis de Guaranda a dinamizar el trabajo pastoral.

La formación académica y espiritual del clero también fue una de sus grandes tareas, fundó el seminario menor San Francisco Javier y a muchos sacerdotes les envió a estudiar en Estados Unidos y en varios países europeos. Su anhelo era contar con el mejor clero del país.

Monseñor Rada se adelanta a la Reforma Agraria.
La Diócesis de Guaranda heredó las haciendas de Pilcopitic que tenía una extensión de 1120 cuadras fruto de una donación en 1815 realizada por el Capitán José Barragán y Matiavi adquirida en 1758 por donación del general Anselmo Villavicencio y Torres, Alferez Real y Corregidor de Riobamba, esta hacienda estaba en las provincias de Bolívar y Los Ríos, conforme a la ubicación actual, tenía 75 km de largo por 12 de ancho, 900 Kilómetros cuadrados, es decir 90.000 hectáreas, con todos los pisos climáticos, se extendía desde las estribaciones del Chimborazo al norte hasta el río Zapotal al sur.

Después de varios litigios y reconociendo que la “tierra es de quien la trabaja”, más de 1000 familias se convierten en propietarias de lotes de la hacienda Matiaví, 118 familias recibieron pequeños lotres de la hacienda Pilcopitic y a más de 120 colonos se les entregó lotes de terreno en la zona de Zapotal.

Muchas familias se beneficiaron de este proceso de Reforma Agraria adelantado e impulsado por Monseñor Rada, casi 2000 familias que en la actualidad forman parte de poblaciones como Zapotal y las Naves.

El escaso dinero que la Curia de Guaranda obtuvo de esta “venta” de las haciendas fue invertido en su totalidad en la misma ciudad y en la naciente parroquia de Las Naves.

Un apasionado por la educación.
“Nunca he mirado a Guaranda con espíritu pequeño. Siempre he visto que en el ánimo de los guarandeños o de los bolivarenses había deseos de algo y esto es una buena base para trabajar”. Así recordaba en 1992 Monseñor Rada sobre su llegada a Guaranda en 1958, que tenía unos 11.000 habitantes, una escuela Normal y dos secundarias en toda la provincia.

Su obra educativa, que la llevaba en la sangre por ser salesiano es cuantiosa y muy significativa. Toda la provincia se beneficia de sus creaciones educativas: Guanujo, La Magdalena, Chillanes, Chimbo, San Miguel…en unos se potencian las primarias, en otras las secundarias y los normales. También construye templos, teatros, casas parroquiales.

En Guaranda inauguró el edificio del Colegio San José del Verbo Divino en 1959, adquirió un terreno en Marcopamba para un Instituto Tecnológico y al no ser posible lo donó al Estado y en ese terreno funciona hoy la Unidad Educativa Guaranda, amplió el edificio de las Madres Marianitas y se crea el colegio Cándido Rada.

Urbanizaciones para quienes carecían de vivienda: Viviendas en 20.000 sucres.
Casas buenas, bonitas y baratas para solucionar el problema de vivienda en Guaranda. La gran experiencia obtenida con la previa fundación de las Cooperativas de Ahorro y Crédito impulsaron en Mons. Rada otros proyectos que se tradujeron en la construcción de más de 100 casas a un costo de 20.000 sucres cada una entre 1962 y 1965. Así se construyó la ciudadela Juan XXI y las Colinas. Inclusive promovió la creación de la Mutualista Bolívar con el fin de dar crédito para vivienda. En 1966 se estaban construyendo 40 casas más.

Implementa los Medios de Comunicación.
Apenas llegado compró en Ambato una pequeña imprenta y le bautizó como Editorial San Pedro que actuó como almacén, imprenta y es la estructura base para la puesta en funcionamiento del semanario “El Amigo del Hogar”, su primera edición salió el 25 de diciembre de 1959.

El 19 de marzo de 1963 fundó radio Surcos, para anunciar el Evangelio y promover el desarrollo integral del pueblo bolivarense.

Monseñor Rada en el paro Provincial de 1967.
Radio Surcos y El Amigo del Hogar jugaron un papel protagónico en el primer paro provincial de 1967 en contra del gobierno de Arosemena Gómez. Mons. Rada se encontraba en Chile cunado se declaró el paro, a su llegada recibió una llamada del presidente que le dijo “Monseñor, detenga el paro”, le respondió” “Con mucho gusto, pero con “una sola condición: la construcción de la carretera Guaranda – Guayaquil por Balzapamba” porque consideraba que, a más de la educación, las vías de comunicación son vitales para el desarrollo de los pueblos.

Rada, la Misión Mato Grosso -MG- y Salinas .
Monseñor Rada contacta con Ugo de Censi, fundador de la Organización Mto Grosso y logra traerlos a trabajar en su Diócesis en 1970. Llegan a Simiatug en 1970, luego se extienden a Salinas en 1971, Facundo Vela en 1973 y Cuatro Esquinas.

En Salinas, situado a 3600 msnm, azotado con fuertes vientos del páramo y en Facundo Vela empieza a gestarse un tipo de organización popular, comunitaria y empresarial, resultado de una multiplicidad de factores: la visión productiva de futuro para la diócesis y la provincia de Rada, el protagonismo de los voluntarios de la OMG, la coparticipación de la misión salesiana a través del departamento de Promoción Humana de la Diócesis y la Fundación de Organizaciones de Salinas (FUNORSAL). También apoyaron varias ONGs como el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio, fundado por el propio Rada.

A este modelo de trabajo algunos lo han llamado “estilo agroindustrial comunitario”, un estilo autogestionario que es la traducción de un conjunto de acciones de corte “agroindustrial comunitario”, que han transformado la producción agropecuaria comunal en bienes manufacturados destinados a los principales mercados urbanos del país a través de un conjunto de empresas productivas organizadas comunitariamente y generadoras de excedentes que son redistribuidos en la localidad de manera asociativa.

La convergencia sobre lo comunitario vendrá de la articulación de vivencia cristiana, cultura y desarrollo. Esa iniciativa de Mons Rada que fue acogida y trabajada por el P Antonio Polo, salesiano, hoy es un emporio de desarrollo comunitario que es estudiado, admirado por toda América Latina y que se ha convertido en referente de cambio integral.

En Salinas funcionan empresas productivas de varios tipos, programa de forestación, hilanderías, fábrica de turrones, hongos secos, un hotel y hasta una de balones. La más icónica es la quesera, que cuenta con plantas procesadoras en varias comunidades y sus productos son comercializados en las principales ciudades del pais y gozan de muy buen prestigio.

El Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio -FEPP-.
En junio de 1970, Monseñor Rada funda el FEPP, su creación fue propuesta a los obispo en una asamblea realizada en Baños de Agua Santa, para encargarse de apoyar con financiamiento y otros recursos a proyectos de desarrollo integral en beneficio de grupos marginados del país, para el efecto debe llegar a organizaciones de base mediante crédito , asistencia técnica y jurídica, y otros servicios como componentes de una metodología ágil que propicie el desarrollo.

El FEPP empezó con 50.000 sucres que Mons. Rada recibió como regalo por sus 25 años de episcopado. Gracias al trabajo desplegado por el FEPP ganó de la confianza de los campesinos, canalizando hacia ellos las donaciones que conseguía en varias instituciones del exterior y del país en los últimos años.

El Santuario del Guayco.
El 8 de septiembre de 1977 comienzan los trabajos en el Guayco, aunque desde 1976 se hicieron algunos trabajos previos.

En 1979 comienza la construcción de la iglesia. El Guayco lo concibe como un Santuario y un Centro Cultural con una biblioteca, museo arqueológico y religioso, exposición de la Sábana Santa de Turín, un complejo para peregrinos, la Atalaya de la Virgen, la Gran Cruz, Salón de Usos Múltiples, Residencia y el Campo Don Bosco. Este complejo tiene algo más de 50 hectáreas.

En esta obra Monseñor Cándido Rada puso todo su esfuerzo, dedicación, bienes económicos personales y las donaciones que consiguió con el fin de concretar esta Santuario que hoy por hoy es muy visitado y querido por los devotos de la Virgen del Guayco.

Condecoraciones y nacionalización
Recibió tres condecoraciones del gobierno del Ecuador y una de Chile. En el año 1983 el gobierno de Osvaldo Hurtado le otorgó la nacionalidad ecuatoriana. En 1991 en acto solemne se incorpora como miembro de la Casa de la Cultura Núcleo de Bolívar.

Su enfermedad y partida
En 1992 en la asamblea anual del FEEP reunida en Santo Domingo de los Tsachilas, la noche anterior a su clausura, Monseñor Rada sufre un infarto cerebral, que pese a su fortaleza física y moral y la atención médica oportuna recibida le deja graves secuelas: paralización de su lado derecho, pierde el habla, no puede deglutir.

Después de tres años de agonía, falleció el 7 de agosto de 1995, en medio de una pobreza evangélica ejemplar pues donó todo lo que tenía al FEEP, al Santuario del Guayco y a otras iniciativas de bien común.

Algunas frases de impacto de Mons. Rada.
Recordando la frase que escribiera Monseñor Rada en su testamento: “Durante toda mi vida he luchado por la verdad, por la vida, por la libertad, por la justicia, por los valores del Reino de Dios, Monseñor Rada formuló: “Esta frase nos da la perspectiva exacta para continuar la lucha. Bartolomé de las Casas. Mons. Tomero, Mons. Proaño, son momentos importantes en el camino de la liberación del continente y en la construcción del Reino de Dios. Cristo es la piedra angular de este Reino, de esta sociedad nueva”.

“Viajeros de un mismo vehículo espacial que llamamos tierra, hemos puesto en peligro, con ese mismo progreso que nos enorgullece, nuestra única nave planetaria”.

“No importa el lugar que ocupe en la sociedad. Cura, empresario, promotor social, profesional. El cristiano tiene que ser de una sola pieza, de carta cabal”.

“Si hemos hecho la opción por los pobres, por los indígenas, la acción y el trabajo constante junto a ellos, será nuestro mejor homenaje a Mons. Proaño”.

“En el Evangelio nos dice que Jesucristo comenzó a hacer y a enseñar: la praxis antes que la teoría”.