Los tentáculos del crimen entran por las aulas

La Hora Esmeraldas publicó el pasado 1 de Mayo un artículo sobre el retorno a clases en medio de la ola delictiva que sacude la ciudad, en el cual nos preguntamos ¿Cuánto tiempo tomará para que esta crisis de seguridad se traslade a las aulas? en menos de un mes hay una evidente respuesta.

Recientemente en una unidad Educativa en San Lorenzo se han hecho públicas imágenes de Jóvenes estudiantes de bachillerato portando y posando para una fotografía con armas 9 milímetros, hecho que demuestra que la delgada barrera entre la calle y las aulas se ha roto, ciertamente las zonas rurales y fronterizas del norte de Esmeraldas son más vulnerables en cuanto al acceso de armamento, cada mes las Fuerzas armadas decomisa armas de contrabando de grueso calibre y de bajo calibre, uniformes militares y demás accesorios relacionados a guerrillas en la frontera, es un trabajo de nunca acabar.

Los tentáculos del crimen están en todos lados, en las calles, en el sistema judicial, en instituciones de seguridad, en cada sector estratégico del país haciendo cada vez más difícil contrarestar los altos indices de criminalidad en el país y sobre todo Esmeraldas que al compartir fronteras con un el país vecino Colombia y por ser el mayor productor de Cocaína(Según ONU 2021) en el mundo nos deja una huella colateral de estos movimientos ilegales de estupefacientes, es una lucha que lleva años sin embargo el objetivo de este artículo es defender los espacios educativos de nuestra tierra, defender los estudiantes de un Esmeraldas que por su naturaleza son dominantes y líderes natos.

Nuestros jóvenes son el presente y futuro de Esmeraldas, es nuestra obligación crear un entorno saludable para que su educación y conocimientos les ayude a ser competentes en el mundo, un mundo que avanza cada vez más rápido, eliminando la brecha de la pobreza y extrema pobreza con oportunidades intelectuales. Ciertamente es indignante ver jóvenes estudiantes con armas en Esmeraldas, hay que brindar el máximo apoyo a las zonas rurales para que no escalen estos eventos.

Estos pequeños actos como modelar frente a una cámara con un arma puede ser un acto irresponsable e inconsciente de los jóvenes, pero si no se explica con inteligencia que esto no es correcto, lamentablemente puede escalar, recordemos la última masacre de EEUU un joven de 18 años asesinó a más de 21 personas incluidos niños, ocurrido hace pocos días. Son dos contextos culturales diferentes pero el concepto es el mismo, usar armas no es correcto.

La línea ciertamente está rota. Los tentáculos del crimen están en las aulas, el microtrafico es preocupante, resulta alarmante conocer los casos reportados de extorsión por parte de los mismos estudiantes en un centro educativo del sur de Esmeraldas, se requiere con urgencia una acción por parte de las autoridades, de las instituciones educativas y en casa aumentar los esfuerzos para que nuestros jóvenes estudiantes se alejen de este circulo peligroso.

Aquí seguimos con la pregunta persistente de la nota publicada el primero de mayo ¿Qué garantías de seguridad tienen nuestros jóvenes estudiantes? (IA)