La asociación de productores afro de cocos del norte de Esmeraldas atraviesan preocupación por la peste en sus plantaciones que les significa pérdidas productivas y económicas
El grupo esta conformada por 178 socios legalmente constituidos de diferentes sectores de Eloy Alfaro. Más de dos mil familias viven de la producción hace cinco años, desde el que realiza el mantenimiento a la finca, cosechador y pelador que se abastece de la actividad comercial por años, hasta la actualidad.
Problemas
En 2017 atravesaron por problemas de comercialización al no tener a quien expender el producto, en aquel tiempo los trabajadores realizaron gestiones para mejorar el precio del coco, sin embargo una de las preocupaciones que atraviesan es la mortalidad de la palmera de coco la cual se mantiene por años, dejando una pérdida aproximada de 400 mil cocos mensuales.
En 2018 fue el primer ataque de plagas que existió en las fincas de la zona cantón San Lorenzo y Eloy Alfaro, causando pérdidas económicas del sector productor.
Guillermo Castillo, presidente de la asociación, explica que los productores se mantienen en lucha por el trabajo que tanto les han costado, una labor de años que se mantiene en rehabilitación.
El 75% se dedica a la producción de coco, pese a ello las fincas que se han perdido producto de la mortalidad, los productores buscan refinanciarse para levantar los terrenos. “La economía se ha visto afectada”, expresa Castillo.
Migración
En otros casos existen fincas completas con pérdidas totales, además la mortalidad obligó a ciertos productores abandonar los terrenos, incluso la juventud de los sectores en San Lorenzo y Borbón han optado por salir a otras zonas por efectos de la producción perdida, resalta Castillo.
Estación experimental
En vista de la problemática los trabajadores acudieron hasta la estación experimental de Santo Domingo, ubicada en la Concordia, y dieron a conocer el problema latente del sector cocotero. En una primera instancia se tomaron muestra de las fincas afectadas y se comprometieron a crear propios productos para la fumigación sin perjudicar el medio ambiente, mientras que suceda eso los productores optaron por seguir métodos para reactivar sus fincas.
Además las personas han aprendido varias técnicas para mejorar su producción a través de escuelas de campo, sin embargo la mortalidad de la palma sigue latente.
Pedidos
Los productores requieren que el gobierno actual se entere de la situación y tome cartas en el asunto. Entre sus pedidos también consta el considerar al coco dentro de la canasta básica, señala Castillo. El hombre lleva muchos años en la producción y asegura que es el alimento que da mejor rentabilidad en la canasta familiar de la zona, una razón por la cual se debería incluir en la canasta básica.
Evitar que los jóvenes salgan de sus sectores, la migración los deja sin mano de obra, en vista que la plaga continúa pese a los combates.
Terrenos
Las fincas cocoteras quedan en los bajos de Borbón, el sector donde se pone las plantaciones ya esta preparado para sembrar por ser arenoso, sin embargo la peste pese a ser combatida con insumos siguen reapareciendo con más fuerza. En cuestión de insumos no gastan mucho los productores esmeraldeños a diferencia de un trabajador de Manabí “Se han utilizado pesticidas solo en el desespero de la mortalidad”, acota el presidente Guillermo Castillo.
Para ellos el drenaje es el insumo más caro, porque 1 metro les cuesta 3,50 dólares apròximadamente, representando un costo considerable para el sector productivo de cocos.
Recomendación
Los productores medianos y grandes hacen un llamado al gobierno nacional para ejecutar acciones efectivas y rápidas que ayuden a reconstruir las fincas