Ya se ha repetido que Lasso ganó el mal diseñado debate, a pesar de que ambos no respondieron varias inquietudes, dejando serios interrogantes en el importante grupo de sufragantes indecisos. No obstante, se vio a un Arauz impreciso, sin discurso propio, y sin un plan sustentable; y a un Lasso que se demoró en contestar si prefería a su banco antes que a su país. Lo cierto es que cada declaración en lo económico del binomio correísta, aleja a capitales y a la confianza internacional, ahuyentando inversiones, que son las creadoras natas de empleo.
El apoyo de Hervas a Lasso, y la resentida posición de Pérez pidiendo el voto nulo, no serían suficientes para darle la victoria al candidato de la 21. Los temas que interesaron al ciudadano expuestos por Hervas, sobretodo el enfoque del desarrollo del país a partir del agro, aún no se lo incluye con firmeza y mayor difusión en las propuestas de Lasso, creo que Hervas no solo despertó interés por sus TikToks, sino porque su propuesta era lo que la patria requería. Su equipo parece no «cachar» lo que tiene que hacer, y ya no hay tiempo.
La creación de condiciones para que haya inversión, pasa por la seguridad jurídica y la estabilidad tributaria, que hoy generan dudas. Y la supresión de la central de riesgos, que reactivará rápidamente los emprendimientos, suena a cuento chino, pues es la tranquilidad del sistema bancario, y ellos son los que ponen las reglas. Es más, este ofrecimiento ya se hizo hace pocos años, siendo otra tomadura de pelo al pueblo, pues la banca jamás borró el historial crediticio de sus clientes. No hay nada perfecto, ni totalmente creíble.
El 11 se juegan muchas cosas. El futuro de la patria para los siguientes 50 años, y el retorno de la construcción de un narco Estado, y de una corrupción institucionalizada. Y por el otro lado, los capitales financieros tampoco son angelitos, y devolver compromisos adquiridos en 3 campañas, va a ser complicado.
Tocará escoger «al menos malo», pero pensando en que vivir en libertad y en democracia, no tiene precio.