Más para el festival de hombres duros

El contexto actual de atomización y susceptibilidades exaltadas que se evidencia en la política nacional requiere cautela de parte del Gobierno. La coyuntura está dominada por hombres que presumen de fuertes —como el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, el líder socialcristiano Jaime Nebot o el expresidente Rafael Correa— e incluso algunas protagonistas, como la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, basan su imagen en proyectar vigor, firmeza e intransigente determinación.

Ante esa circunstancia, que el presidente Guillermo Lasso — que llama a su Gobierno ‘Del Encuentro’ y cuya imagen sosegada, paciente y gentil en comparación con la de sus contrincantes influyó mucho en su victoria electoral— opte por un giro hacia un gabinete y un estilo de gobierno también ‘duro’ e hipermasculino resulta preocupante con justa razón.

Como reza el refrán, hacen falta dos para bailar, y, en sectores delicados, el Presidente parecería querer facilitarle una pareja de baile a sus más enconados, rudos y violentos interlocutores. Defensa, Interior e Inteligencia están ahora en manos de hombres exmiembros de la fuerza pública, que exudan severidad y por lo tanto invitan a reacciones igualmente severas. Gobierno y Economía están en manos de hombres extrovertidos, bullangueros y ambiciosos, lo que dificulta el diálogo con sectores conocidos por su celo y sensibilidad. Quedan ya pocos cuadros afables e introspectivos en el Gabinete. Solo faltaría, si se trata de asegurar ingobernabilidad, que Cancillería, Educación y la Gobernación de Guayas pasen pronto también a manos de ‘halcones’.

En momentos de sinrazón, la cordialidad no refleja debilidad, sino grandeza.