El banco del barrio

La vieja intención de incorporar a los sectores medios y populares a la creciente economía formal fracasó ampliamente en nuestro país ampliamente y cayó en total desprestigio.

Fue necesario el ‘tsunami’ de Montecristi para reencaucharla como nueva tesis política, apropiada primero por la socialdemocracia y puesta en boga por un pequeño grupo ideológico pronto desplazado por la línea delincuencial.

Allí se plasmó el artículo 283 que incorporó a la economía pública, privada y mixta la llamada ‘popular y solidaria’, y el 309 que facultó al Estado a promover organizaciones comunitarias, cooperativas, asociativas y otras.

El concepto fue acogido por el sector bancario, por responsabilidad social o buen olfato, que con el primer intento de bancarización popular trajo el ‘banco del barrio’; tuvo que haber tenido tanto éxito que en breve asomó un ‘vecino’.

Mientras, el Estado creó superintendencias y otras pomposas burocracias, a las que asignó centenas de millones de dólares. Los resultados fueron dramáticos, al punto de que en 2008 se destinaron a inversión 98% de los fondos y nuestra sanguinaria burocracia pública, diez años después, gastó en ellos el 97% de los recursos.

Hasta el momento, no se ha visto un solo planteamiento serio al respecto. Más allá, la flamante ley de defensa de la dolarización deja vacíos que podrían limitar el desarrollo del sector frente a la economía tradicional.

Al parecer, las prometidas bajas de interés no llegarán a los sectores populares y sociales, y es hora de que el nuevo gobierno se pronuncie.

 

FRASE DEL DÍA

«Un concepto moderno de la escuela coloca en la misma categoría el trabajo manual y el trabajo intelectual.

José Carlos Mariátegui (1894-1930)
Periodista, activista y filósofo peruano.