Pablo D. Punín Tandazo.
¿Por qué nunca tenemos los recursos suficientes para las necesidades de nuestra sociedad? Es imposible reducir la respuesta a un único elemento; sin embargo, resulta evidente que unos influyen más que otros en la insuficiencia del erario para atender las urgencias del país. Siendo la corrupción uno de los más pesados.
Vito Tanzi la definió como el incumplimiento intencionado del principio de imparcialidad, con el propósito de derivar de tal tipo de comportamiento un beneficio personal o para personas relacionadas.
La ventaja o el beneficio pueden darse de distintas formas. No siempre implica recibir dinero, también se puede hablar de favores u obsequios. La corrupción no es única, ni existe solo en lo público, pero sí se puede decir que tiene como gran gobernante a la codicia.
Quienes se han beneficiado de ella se han enriquecido arrebatando sueños y oportunidades a quienes más lo necesitan. El interés egoísta y desmedido es el motivo que impide ver realidades complejas.
La corrupción es incompatible con la justicia social. Lo que a unos solamente les suma un poco más, para otros puede significar la oportunidad de cambiar su vida. Por eso, su erradicación debe ser uno de los puntos transversales a tratar para lograr ejecutar los cambios que requiere nuestra sociedad.
Hay que reforzar la percepción negativa sobre ella y dejar de concebirla como “viveza”, o algo que podría ser positivo bajo algún supuesto, porque no es así. Se requiere de mucho tiempo, esfuerzo y cooperación de los controles formales e informales, pero más que nada de voluntad.
Es hora de empezar a imaginar menos y construir más.