Eddy Arrobo Rodríguez
Estas líneas se escriben con el afán de refrescar la memoria de las actuales autoridades, pues cuando fueron candidatos para ocupar cargos de elección popular realizaron varias ofertas a la ciudadanía. Dentro de las promesas que constaban en sus planes de trabajo fue precisamente el apoyar el fomento y desarrollo del Sector de la Economía Popular y Solidaria, como son las Unidades Económicas Populares que se encuentran integradas por las personas que se dedican a los emprendimientos unipersonales, familiares, domésticos, comerciantes minoristas y talleres artesanales que realizan actividades económicas de producción, comercialización de bienes y prestaciones de servicios.
Lamentablemente, como reza el argot popular “del dicho al hecho hay mucho trecho”, y una vez más las mencionadas propuestas se alejan de la dura realidad a la que deben someterse los emprendedores, pues cada vez existen más trámites e impuestos que estos deben solventar, como: el permiso de funcionamiento, Arcsa, Bomberos, SRI, Patente Municipal, 1,5% capital en giro, Agrocalidad, Senagua, Ambiente, Ministerio de Salud, Ministerio de Trabajo, IEES, etc., convirtiéndose en un verdadero vía crucis.
La verdad es que una cosa es con violín y otra con guitarra, por eso en este año electoral, los votantes debemos tener claro que: “el que miente una vez, miente siempre”, pues el actuar de las autoridades, es paupérrimo, pues al ser parte de los diferentes GADs, están en el deber y obligación de ser entidades de apoyo y deben incluir en su planificación y presupuestos anuales la ejecución de programas y proyectos para el impulso y fortalecimiento de las personas y organizaciones amparadas en la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria, lo cual en la actualidad es a cuenta gotas.