Consulta torpe

Jaime López

Este y otros calificativos de peor especie es lo que merece la consulta que los asesores de Carondelet han programado para invitarle al país para que sigan cavando la tumba de un Gobierno, que desde hace rato transita por los bordes de un abismo que a ellos si lo ven.

No les interesa cambiar de rumbo, ni revisar lo que pasó con las consultas que gobiernos anteriores de hace décadas, mucho más sólidos que el del Sr. Lasso, propusieron y que todas fueron negadas en el voto popular, porque esta gavilla de asesores  y su Presidente, están raptados por las equivocaciones cometidas y por los líderes de determinado partido político al que le interesa que negada la consulta, se imponga la muerte cruzada como solución a los criminales intereses de sus jerarcas.

La podredumbre fabricada por la Asamblea Nacional, Las cortes constitucionales, con la proliferación de juicios pendientes, provoca que el elector mande hacia un carajo la resiliencia y la gobernabilidad que deberían ser las que impongan  a su conciencia la obligación de ser ciudadanos con obligación de salvar al País de su destrucción.

Peor si les toca enfrentar a la calidad de miles de candidatos, esperemos que no de todos, para elegirlos y  que ejecuten su mandato. Millones de ecuatorianos luchan por sobrevivir trabajando en limitadas condiciones, unos, otros por conseguir el pan que diariamente deben llevar a su mesa y que muchas veces no asoma, entonces no les parece justo dedicar tiempo de sus labores  a realizar una elección de candidatos, antes de llegar a las urnas, para poder elegir a los mejores, que seguramente no habrán, y encargarles su mandato. El Señor Lasso y sus asesores deben despertar a su inteligencia, que todavía suponemos la tienen, para rediseñar y limitar al máximo las preguntas de la consulta, si no son más de tres o cuatro, fundamentales para  fabricar al nuevo país, el primer paso estaría dado , mande a  donde se merecen los acuerdos suscritos bajo la mesa de Carondelet, que son secretos a voces, y juntos marchemos con la nueva Constitución hacia el futuro.