Salga de ahí

Javier Corella Sánchez

Existen momentos en los cuales es inevitable dejar de sentir sensaciones como curiosidad, incertidumbre e incluso cierto temor acerca de lo que va a acontecer en el futuro inmediato y obviamente dichas sensaciones se basan en los acontecimientos del día a día y en cómo va pintando la situación.

Seré un poco más específico, el ser humano actúa en base a dos parámetros, sus principios como el conjunto de atributos y deficiencias que ha venido adquiriendo a lo largo de su vida desde su nacimiento hasta el autoanálisis y en base al comportamiento de su entorno, pues, aunque muchas veces no se acepte, es sumamente relevante para todos y cada uno.
Querido lector, no quiero profundizar en sus principios pues eso le corresponde a usted analizar y si le apetece darles nuevo rumbo, pero sí quiero adentrarme en lo que nos rodea y cómo eso puede llegar a afectarnos. Vivimos envueltos en medios familiares, económicos, comunitarios e incluso políticos y todos, absolutamente todos influyen en nuestro diario actuar. Pero soy fiel creyente de que siempre se puede recapitular y obrar en base al albedrío que nos es entregado el cual nos permite actuar y tomar decisiones que permitan creer, crear y crecer.

Creer en que las condiciones pueden mejorar si tomamos las decisiones correctas y pensamos antes de elegir lo que alterará nuestro futuro y el de las personas que amamos, crear escenarios adecuados que obedezcan a nuestros objetivos, pues de nada sirve anhelar sin actuar y crecer continuamente con la seguridad de que las decisiones tomadas fueron las correctas. Estimado lector, si algo le perjudica emocionalmente, si económicamente se siente vulnerado o desfavorecido, si sus autoridades no cumplen y le otorgan la plenitud y bienestar que algún día le ofrecieron, hágase un favor, salga de ahí!!!

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