Principios fundamentales

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero P.

Todas las grandes y antiguas civilizaciones que existieron en la historia, han tenido su basamento en la fraternidad universal; iniciaron sus imperios con principios fundamentales que permitieron alinear toda su organización política, filosófica, científica y religiosa.

Estos principios son eternos y son de todos: fraternidad no quiere decir “igualdad”. En un mundo donde, felizmente, todos somos diferentes, donde de manera natural se darán los conflictos, el principio de fraternidad reconoce otros vínculos, no desconoce las diferencias; el principal vínculo es reconocer que todos somos humanos.

Las diferencias son la oportunidad para complementarnos, porque no todos somos hábiles para todo. Inteligencia y amor son necesarios para vivir la fraternidad, pues, reconociendo las diferencias, cada uno podrá ocupar el lugar que le corresponde por naturaleza.

Conocimiento, para lograr hacer realidad la fraternidad, es necesario conocer estas diferencias. Si estudiamos, comparativamente, eclécticamente, las religiones, ciencias, artes y filosofías de todas las culturas, podremos “entender mejor al otro”, un estudio que nos lleve a respetar las diferencias y jamás olvidar que sobre estas, está el desarrollo de lo humano. Desarrollo e investigación de las leyes inexploradas de la naturaleza y los poderes latentes del hombre.

Filosofía, arte, e investigación científica no son incompatibles, son complementarias y necesarias para conocer y lograr resolver las problemáticas de nuestro mundo y vivir en armonía en relación a la naturaleza. Por poderes latentes del hombre, hablamos de “educir” lo mejor del ser humano, hablamos de una educación en las virtudes humanas, aquellas que nos hacen más buenos, más valientes, más bellos y por lo tanto más justos. Estos fueron, los principios fundamentales de toda gran civilización: saber vivir como humanos y como hermanos.

Nueva Acrópolis Santo Domingo