¿Por qué oratoria?

Gabriel Villalva Cassanello

Personalmente pienso que la oratoria va más allá de la innegable facultad de comunicación con otros.

El hablar con otras personas, comunicar efectivamente nuestros sentimientos e ideas, es sin duda necesario, indispensable en una sociedad en las que las redes son cada vez más importante, hemos tomado conciencia de que somos parte constitutiva de un todo, sabemos a dónde conduce en individualismo, nuestra sociedad actual en muchas aspectos es una muestra de ello, pero también en nuestra sociedad está el germen de un futuro que no es otra cosa que el recuerdo de lo esencial, vincularnos y conectar con el otro va más allá de un clic, pasa necesariamente por nuestra acción, y tal vez de todas las acciones posibles para el ser humano, el acto de hablar sea el  más sutil y por lo mismo el más poderoso. 

Hemos tomado conciencia de lo importantes que son nuestras palabras, del poder que tienen para herir y también para sanar, de lo necesario que es saber escogerlas correctamente para favorecer ese difícil arte de la convivencia, tanto en nuestros hogares como en nuestros trabajos.

Hay muchas formas de hablar, pero encontrar el arte al hacerlo es justamente el ejercicio de orador. Decía antes, que la oratoria va aún más allá, porque existe un diálogo que es tal vez el más importante de todos, uno que a veces ignoramos que existe, o que no sabemos cómo hacerlo, o que postergamos permanentemente, es el diálogo con uno mismo. De nada sirve cultivar las técnicas que nos llevan a la bella y justa palabra, si no hemos logrado antes que esa palabra sea el reflejo coherente y cierto de un mundo interno de certezas, convicciones y aún de búsquedas sinceras. La palabra debe ser entonces un vehículo natural de nuestro mundo interior y no una simple máscara más o menos trabajada. 

Nueva Acrópolis Santo Domingo