Pluma de Maat

Adriana Ormaza Cuenca

Adriana Ormaza C.

¿Ha pensado alguna vez cuánto pesa su corazón? Se dice que su peso puede variar entre 200 y 350 gr. Aparentemente, algo poco significativo si lo comparamos con el tamaño de otros músculos u órganos, sin embargo, es el órgano vital por excelencia. ¿Y qué hay del otro peso, aquel que no es físico? ¿Quizá hemos escuchado del peso emocional o mental? ¿Alguna vez ha sentido este tipo de peso en su corazón? 

En el antiguo Egipto se creía que, si la diosa Maat llegaba a ser vencida por el caos, Egipto sufriría momentos de revoluciones y desórdenes, la sociedad se tornaría injusta, la mentira imperaría por doquier y el hombre, infeliz, sería presa de la angustia. Mientras que, si las virtudes de la diosa imperaban en el país, permitían a los egipcios vivir en felicidad y armonía. La diosa Maat, conocida por su símbolo la pluma de avestruz, que representa la justicia y el orden,  por tanto, una vida llena de abundancia, felicidad y salud. 

Estas tradiciones nos hablan también del juicio del alma, o del juicio de Osiris. Cuando un faraón fallecía era guiado hacía un juicio donde su corazón sería pesado en una balanza y su contrapeso sería la pluma de la diosa Maat. El difunto sólo podría continuar su camino hacia el paraíso eterno de Osiris si su corazón pesaba menos que la pluma, de otro modo sería arrojado al devorador de los muertos. Por lo tanto, sólo aquel que tuviera un corazón muy ligero gozará de las virtudes que la pluma representa y será guiado al paraíso prometido.

De una forma muy gráfica podemos observar lo que representa un corazón que lleva consigo los pesos de la personalidad y un corazón libre, liviano que goza de las bondades de la vida. Imaginemos una sociedad de corazones ligeros, tan ligeros como las plumas de Maat; una transformación completa en nuestra forma de sentir, pensar y actuar, es hoy, más que nunca, necesaria.

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