Geomara Rodríguez de la O
En medio de esta época que nos insta a la reflexión, el perdón y la reconciliación, trato de ver con esperanza los últimos anuncios del ejecutivo y legislativo; y digo trato porque me esfuerzo, pero siempre me preocupan los intereses que hay detrás.
En estos días, hemos recibido “buenas” noticias. Por ejemplo: La aprobación por mayoría de la Ley de Eficiencia Económica y Generación de Empleo, que no es otra cosa que una reforma tributaria. Anunciaron que no van a haber apagones hasta el 2 de enero de 2024; y la fiscal develó los nombres y los nexos entre la justicia, la política y la mafia.
Pero no termino de alegrarme, porque me surgen algunas dudas:
Si bien a la remisión o condonación tributaria no podrán acogerse los asambleístas ni los familiares del presidente hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, según la declaración del patrimonio del presidente, hace rato que puso sus empresas morosas a nombre de otros, igual que los asambleístas que tienen contratos con el estado, pero a nombre de terceros.
En el caso de los apagones, no es un logro por mérito o eficiencia de gestión, sino porque por suerte ya llovió.
Y el caso de mi linda Fiscal, quien vive destapando la olla, pero sin ningún resultado eficiente. Me parece más una pieza clave para el circo de función de medianoche, una pieza clave para poder negociar y sacar leyes por mayoría y librar su propio juicio político. Esta última especulación solo caerá si veo juicios, sentencias y reparaciones al Estado.
Mientras tanto, queridos lectores, Santo Domingo, que es el resumen del país, tiene su propia Metástasis y ya circulan por ahí los nexos entre la “justicia, la política y la mafia” de nuestro pedacito de tierra.
Pero en fin, lo que sí me queda claro es que Navidad llegó y los regalos de parte del “Rey servidor de Cristo”, están ahí, bajo pedido.
Para día de Reyes, prometen revisión de subsidios, plan de seguridad que aún no se siente, y la amarga dicha de que cuando llueve tenemos luz, pero nos quedamos sin carreteras.
Navidad y política no es una buena mezcla, ya que ninguna significa en la vida real, lo que representa para un pueblo que clama por un servidor y un salvador.
Les deseo feliz Navidad, conciudadanos, una Navidad en la que seamos luz para nuestras familias, a pesar de la oscuridad del mundo.