¡Estamos en guerra!

Orlando Amores Terán

El tiempo no espera a nadie. Ecuador tiene las horas contadas. Urge reeducar al servicio público, especialmente a la fuerza pública, en valores morales, cívicos, patrióticos, históricos, culturales y en contrainsurgencia, hasta que entiendan que todas las manifestaciones del neocomunismo son sus enemigos naturales, a los que tienen la obligación de neutralizar y hostigar sus actividades, hay que entrenarlos para reducir ante sus enemigos, su capacidad de temor, de piedad, para incrementar sus sentidos, su fortaleza moral y física

Estamos en guerra, el conflicto es asimétrico, disperso, contra una red criminal instaurada durante la década infame, que contaminó todas las funciones públicas; por eso es imprescindible desarmar el narco-Estado, porque de nada servirá reeducar, limpiar la fuerza pública, si el 80% de fiscales y jueces, tienen su origen en la década infame, por tanto, están influidos por el narco-terrorismo, autodenominado socialismo del s.XXI que en donde toma el poder, crea redes criminales a las que protege el narco-Estado

Nuestros enemigos son internos, debemos autodefendernos. En estas circunstancias, es estúpido proponer Constituyente (444CR). Lasso debería actuar: Disponer a la fuerza pública la neutralización selectiva de hostiles armados. Denunciar por rebelión a todos los dirigentes, exigiendo su inmediata prisión, en aplicación de la responsabilidad que tiene todo funcionario de anteponer el interés general de la sociedad, al interés particular de vándalos, saqueadores, terroristas (83.7CR). De no ser atendido, debe presentar la denuncia al Consejo de la Judicatura, contra quienes omitan precautelar el interés general de la sociedad. Debe disponer al CNE, convoque a Consulta con las preguntas aprobadas por la CC, mediante Dictamen 7-19-RC-19, para desarmar el narco-Estado instaurado en la Constituyente de 2008. Ello comporta ejercer el mandato constitucional, no portar de adorno, la banda presidencial. 

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