Wagner Vélez Torres
El éxito de la gestión en una empresa o institución pública es tener un idóneo y calificado equipo de trabajo, con las competencias y perfiles adecuados para las funciones asignadas, esto permite poder cumplir con los objetivos planteados.
Lo que no se puede medir, no se puede corregir, ni mejorar, para ello, en Administración se cuenta con los indicadores de gestión que permiten valorar objetivamente cómo van los resultados y poder tomar decisiones asertivas o generar cambios.
Si los resultados no son los esperados y la gestión es ineficiente, se debe realizar una evaluación integral a todo el proceso y determinar con indicadores de gestión dónde están los problemas, esto nos da resultados que puede ser que el personal asignado a la función no era el idóneo o no estaba enfocado en su trabajo, en ese momento se debe corregir realizar un cambio de personal previo una adecuada validación de su perfil profesional y su experiencia para que a futuro los resultados mejoren.
Continuar con el mismo equipo de trabajo cuando los resultados no son buenos es una mala decisión, seguro será crónica de un fracaso anunciado, es más que seguro que los resultados serán los mismos o peores.
El cambio de mentalidad y paradigmas es elemental para salir del letargo del que ‘creo que estamos haciendo bien las cosas’, es muy importante saber escuchar, corregir, cuestionar y enmendar.
Cuando logras complementar las debilidades de tu equipo de trabajo, con las fortalezas del nuevo personal que se suma al proyecto, los buenos resultados van llegando pronto y a largo plazo es más que garantizado que se cumplirán las metas. Hay casos que se logra superar, ahí es cuando se genera una satisfacción colectiva y un ganar, ganar de todos.