Del secuestro extorsivo

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

El secuestro extorsivo en Ecuador se configura cuando una persona prive de la libertad, retenga, oculte, o traslade a lugar distinto a una o más personas en contra de su voluntad con el propósito de obtener dinero, documentos o beneficios de la víctima, cuya pena llegaría hasta 13 años de cárcel si no ocurren circunstancias mayores. 

En esta clase de delitos, el bien jurídicamente protegido es el patrimonio, aunque hay otros bienes tutelados muy importantes como la vida, la seguridad personal, la integridad física y psicológica o la tranquilidad de la familia.

El secuestro extorsivo se consuma con la sola privación de la libertad con fines económicos, ya sea con violencia física o moral, y, se agota con la liberación de la víctima. 

De producirse  estos casos, la técnica aconseja no negociar con los secuestradores, y más bien, dar aviso a la policía en forma oral, sin denuncia escrita, para que se active a la UNASE o Unidad Antisecuestros y Extorsión, que es un módulo auxiliar especializado en el rescate de las víctimas, sin que se corra el riesgo de perder el patrimonio y hasta la vida de las víctimas; de esta manera se estará contribuyendo a erradicar esta infracción que aglutina una serie de delitos.

Los miembros de la UNASE son personas escogidas, de verdadera solvencia moral; preparados en el exterior y muy profesionales, que han dado muestras de rescates técnicos sin riesgos, quienes cuentan además con equipos sofisticados para su labor. 

La mejor y única manera de combatir este atroz delito es no negociar con los delincuentes, porque se corre el riesgo de perder dinero, bienes y de que la extorsión continúe. Lo aconsejable es seguir las instrucciones de la UNASE.  

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