Comportamientos y experiencias

Rogelio Morales Cattani

Rogelio Morales Cattani

Cuando una persona quiere progresar en su trabajo, o en desarrollo de alguna actividad, lo primero que tiene que hacer es aprender a escuchar, a interactuar y defender su posición y creencia en forma ‘asertiva’. Debe necesariamente aprender a negociar o gestionar conflictos o dificultades de manera ágil y ordenada. Se diría que: “debe aprender muchas cosas, en especial, el saber que uno nunca termina de aprender”.

Los políticos y los directivos de empresas que piensan o están obsesionados en solo administrar, sin que muchas ocasiones conozcan con quienes deben y deberán interactuar para conseguir metas establecidas, lo más frecuente es que en estas condiciones fracasen. Si entre la gente escogida para interactuar están los mismos políticos y directivos que, sin independencia de pensamientos y acción, se limitan a respaldar toda decisión, por equivocada que esté, el camino al fracaso será la consecuencia, y los necios actores serán los protagonistas del desastre.

Se suele sostener que la experiencia no es un accidente. Es verdad, esta característica se desarrolla primero a través del aprendizaje y luego a través de acciones en las que cada individuo saca sus propias conclusiones. Sin embargo, ante hechos por demás conocidos, cuyos resultados resultan obvios, hay que recordar que parte del conocimiento y de la madurez es aprender de la experiencia ajena.

Un verdadero líder que aspira conducir el destino de las personas en los diferentes campos del desarrollo humano, mismo que no es solo el político o el económico, debe saber que el desarrollo humano está inmerso en sociedades expuestas a permanentes y diferentes cambios. Estos cambios, el líder debe tratar de aprovecharlos para el bien de la gente, para desarrollar más y mejores capacidades en las personas que directamente colaboran con él y en aquellas que ni siquiera conoce, pero cuyo manejo está dentro de su responsabilidad. 

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