Budismo para cesar el dolor

Gabriel Villalva Cassanello

Gabriel Villalva Cassanello

Descubrir es un ejercicio continuo. Sorprendernos y maravillarnos ante una nueva perspectiva o concepción del hombre, de sus circunstancias o del universo, es una de esas verdaderas alegrías que van más allá de lo emocional y que se quedan anidando en el corazón.

Así, en el primer nivel de la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis, nos acercamos a un personaje y sobre todo a unas enseñanzas que abordan una problemática cada vez más actual desde un punto de vista, no siempre tan común en la gran mayoría.

Hablamos de Siddhartha el Buda, un hombre extraordinario que desarrolló una filosofía con la que buscaba dar fundamentalmente la libertad a todos los seres humanos. Él observó cómo vamos y venimos, siempre condicionados por las circunstancias, apegados a objetos, personas, situaciones, emociones y a un punto de vista que no queremos dejar. Y es que en ese ir y venir es inevitable el cambio, hay cosas que se pierden, personas que ya no están, situaciones que se transforman, pero en contra de nuestros deseos y por ello sentimos como si la vida nos lo estuviera quitando, arrebatando algo que pensábamos que era nuestro y que no lo íbamos a perder jamás, y entonces, ante esa pérdida experimentamos dolor y sufrimos por lo que ya no poseemos.

Entonces el sabio enseñó, que es el ser humano el único capaz de darse a sí mismo la libertad tan ansiada, y que lo puede hacer en la medida en la que decida dejar de sufrir, dejar de abrazar como eternas las cosas, las personas y las circunstancias que están, por su naturaleza destinadas a cambiar, a pasar a extinguirse. Si nos duele el cambio es porque estamos atados a una ilusión, queremos que aquello que ya cambió, siga siendo tan cual lo vivimos y recordamos. Si queremos cesar el dolor, solo podemos buscar en nosotros mismos aquello que no cambia.

Nueva Acrópolis Santo Domingo