Arte y humanidad

Yveth Romero Padilla

Se dice que cada hombre tiene en su interior los arquetipos de toda la humanidad. Y, el arte es una de las formas de acercarnos a los arquetipos, en la medida que lo comprendamos, así, comprender el arte es la forma como comprendemos a la humanidad, pues, los pensamientos, sentimientos, anhelos y dudas de todos los seres humanos, se pueden mostrar a través de él.

Un pintor no pinta un soldado, sino el ideal (arquetipo) de héroe, o si pinta a una flor, está pintando el ideal de la belleza, su imaginación, capta, como un espejo el Arquetipo, el ideal del heroísmo o de lo bello.

Igual sucede con el poeta o el músico, en la medida que su imaginación capte el ideal, podrá plasmar en sus obras el ideal del amor, del ritmo, de la armonía; y, en la medida que estas emociones se eleven a sentimientos, más sensitivo será el artista y su arte.

El arte es una disciplina necesaria para la superación de uno mismo. El arte, lo mismo que la religión, la ciencia o la filosofía, facilitan la aproximación necesaria a la verdad frente a los misterios de la vida.

El sabio Platón insistía en la importancia de educar con las musas para el alma, así como la gimnasia para el cuerpo. El arte puede dar la posibilidad de la transformación, como el antiguo teatro mistérico de los griegos que daba la posibilidad de una limpieza psicológica y moral en cada ciudadano, pues la tragedia y la comedia son parte de la vida; y, las estatuas griegas, que se exhibían en las plazas, eran reflejo del misterio, simbolizaban la sabiduría, la belleza, el heroísmo, el valor, etc., que inspiraban a ser cada día mejor. Enseñaba el sabio griego, que la educación debe permitir educir lo mejor de cada alma y el arte, permite el ascenso hacia los mundos estéticos que han sido creados por la mano de Dios.

Nueva Acrópolis Santo Domingo