Amor en tiempos de covid

Zuanny Miñaca Toro

El amor ha estado presente desde siempre, es el gran motor que yace en el corazón de cada uno. Albert Einstein en una de sus cartas a su hija, definió al amor como una fuerza universal siendo esta la más poderosa de todas ya que no tiene límites. El amor como luz debido a que ilumina a quien lo da y lo recibe, como gravedad por la ley de atracción entre 2 personas, como potencia porque multiplica lo mejor que tenemos, y como energía para liberar al mundo de su propio egoísmo.

Añadió, el Amor revela y desvela, el amor es Dios y Dios es amor. Cada persona posee un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera a ser liberada. Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, se comprueba que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede.

Cuando leí estas últimas líneas, inmediatamente vino a mí 1 Corintios 13:4-8 donde termina de forma muy parecida, sin duda personalmente donde está escrita la mejor definición de amor. Es fantástico que estos conceptos puedan complementarse en ciencia y religión.

Estos últimos años hemos vivido varios cambios. En varios sectores la presencialidad ha sido reemplazada por la virtualidad, las cartas han sido sustituidas por chats en redes sociales y las expresiones de afecto por emoticones. El ritmo de vida de las personas ha cambiado y el amor enfrenta estos nuevos desafíos, especialmente para los jóvenes.

En un mundo digital, puede existir incertidumbre o duda de saber si ese sentimiento es real o no. Muchas parejas han finalizado sus relaciones mientras otras han surgido y se han realizado. Cuando esto pase, ojalá podamos conocer historias de amor reales que pese a los obstáculos puedan superarlo en equipo, que sean amores duraderos y puedan contar su historia, porque el amor todo lo vence.

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