Rogelio Morales Cattani
“Boca con rabia, nunca será sabia”
Cuando los adversarios políticos vociferan contra sus contrincantes, lo hacen como que fuesen enemigos a quienes hay que destruir (tremendo error). Lo curioso es que luego de las elecciones se sientan alrededor de “la mesa de la componenda” y negocian posiciones o cuotas de poder y se reparten el pastel, siempre a espaldas del pueblo. Pronto veremos a los otrora enemigos políticos tomados de la mano, sin importarles la gente, sino el “cuánto hay y a cómo nos toca”.
La mayoría de personajes que administran dinero ajeno se han acostumbrado a hacerlo sin la honestidad que se requiere. La historia reciente de nuestra Patria ha estado llena de pactos, alianzas, componendas y triquiñueladas que, por lo frecuentes, ya no llaman la atención a un gran segmento de la población que se ha “amorcillado” y ni vive bien, ni está tranquila, ni puede morir dignamente.
Independiente de quien gane las elecciones, lo prudente es que los vencedores aparezcan con modestia y los que no fueron favorecidos con el voto popular, acepten con dignidad un resultado, siempre que sea el resultado de un proceso justo y transparente. Las elecciones significan una consulta y luego la vida continúa, tratando de alcanzar objetivos determinados, que son “los objetivos nacionales” en beneficio de las mayorías. Con entusiasmo y buena voluntad, todo se facilita y el destino de la gente puede ser diferente.
Una gran parte de los ecuatorianos tenemos dudas de los procesos electorales, razones sobran, ya no es coincidencia que se trate de cambiar el destino que el pueblo decidió en las urnas, las lógicas no se cumplen, ni los números cuadran en la elección de asambleístas, por ejemplo. Esta vergüenza tiene actores responsables en la telenovela que ha enlodado al país con intrigas, desconfianza, terror y dinero circulando.
“Ni a nadie fíes, ni de nadie te fíes” (aa)