Jaime López
Una vez que la muerte cruzada ha cumplido el despropósito, decretada por el Presidente Lasso, completamente equivocada y que se escribirá como una de las páginas más funestas de la historia política del país, los ecuatorianos podemos mirar nuestro futuro, suspirar confiados y decirnos al fin..! Porque el prólogo escrito por el sesenta por ciento de los votantes ha empezado por una elección Presidencial, a la que debemos apoyarla con la capacidad que fuimos construyendo una vez que, entre tantas otras cosas, superamos un debate totalmente deplorable que no permitía presagios alentadores. El desate de opinólogos, orientadores, cobijados por sus criterios forrados por títulos especializados, hubo que aguantarlos porque todos coincidían que el nuestro era un país asentado en la sima de un pozo, que impedía mirar el borde. Los sicariatos y el imperio de los narcos nos han llevado a dudar de nuestra veneración por lo que hicieron los ancestros. Pero luego o de que se han proclamado los resultados , hemos escuchado declaraciones alentadoras como la de la Lcda. Gonzales seguramente despojada de la orientación del prófugo, felicitó al presidente electo con expresiones dignas de una dama, que también nos invitó a todos los ciudadanos a eliminar odios, a trabajar conjuntamente por la construcción del país y embarcarnos en el acuerdo nacional que es la nave que todos debemos conducir. Los desatinos que cometió en la campaña, en el mismo debate que debe ser olvidado como ejemplo para los que luego vendrán, deben servirlos para su nueva historia personal que si será valorada por quienes sin acogernos a ningún perdón la miráremos en el estrado donde debe estar. El presidente elegido por un porcentaje de electores que no fue el que todos pensábamos nos deja con algunos interrogantes, dibujado con un mapa electoral con regiones que no se las comprende, porque no hay razón de que sus poblaciones electorales que sufrieron robos a mansalva luego de producidos sus desastres naturales y que el gobierno correísta utilizó los recursos para incrementar la corrupción, en lugar de solucionar lo que las víctimas necesitaban. Pero hay regiones como las del centro del país, de la región oriental, cuyos electores si manifestaron con mayorías totalmente dignas y alentadoras su resolución de integrar a la brevedad posible el acuerdo nacional, de solicitar las reformas necesarias al mamotreto Constitucional, la eliminación de aquel amasijo de participación ciudadana, de no dejar la administración la justicia en manos de cortes y consejos llenos de elementos que lo que buscan es sus intereses para castigar a los inocentes y liberar a los culpables. Bienvenido Sr.Presidente Noboa, su régimen será de corta duración, pero allí estaremos para contribuir, para sugerir y para reconstruir los deterioros sufridos por nuestro Ecuador.