Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó devastada. El mundo iniciaba la gran confrontación entre capitalismo y comunismo que marcaría a sangre y fuego a todos los continentes, convertidos en el campo de batalla en que dirimían sus diferencias Estados Unidos y la Unión Soviética. En esos momentos aciagos para la nación alemana, repartida como botín entre las potencias vencedoras, Konrad Adenauer planteó que, entre el comunismo totalitario y el capitalismo depredador, existía una opción virtuosa que integraba las innegables virtudes de la democracia liberal, con una política económica acorde con los principios del humanismo cristiano. Desde una óptica distinta, la socialdemocracia proponía combinar la libertad de mercado con el principio de la equidad social.
En la actualidad, el Ecuador presenta una economía devastada por el ataque brutal de la pandemia y por una década de manejo populista, autoritario, caprichoso y errático de la economía. Como en el caso de Alemania, el futuro de los ecuatorianos será resultado de las decisiones que hoy se debaten. Cualquier acción equivocada, por apresuramiento, por dogmatismo ideológico o por primacía de intereses particulares, sobre el interés general, marcará la diferencia entre un escenario de paz social y otro de violencia política incontrolable.
Se considera que el Estado existe para servir al bien común, esto es para atender las necesidades, intereses y aspiraciones de toda la población. Es evidente que estos no son homogéneos y que se debe buscar la forma de armonizarlos. Para tal efecto, es necesario que el gobierno oriente su gestión al logro de objetivos como el crecimiento económico, el equilibrio fiscal y la estabilidad de los precios, junto con la distribución equitativa de la riqueza y la creación de empleo en condiciones dignas. Para alcanzar estas metas disponen de una amplia gama de herramientas cuya hábil combinación permite el desarrollo armónico y en paz de la sociedad.
En esta línea, es plausible que el presidente Guillermo Lasso haya aceptado revisar algunas de las reformas planteadas en su proyecto de ley ‘Creando Oportunidades’. Esperemos que prime el espíritu democrático y junto a la Asamblea logren los acuerdos indispensables para su pronta aprobación.