La manipulación

Rodrigo Contero Peñafiel

Es un tipo de comportamiento que se utiliza para cambiar la forma de pensar y de comportarse de los demás; utiliza métodos engañosos que pueden desembocar en el abuso tanto psicológico como físico. Los manipuladores suelen pertenecer al grupo de personas psicópatas y sociopáticas, son subjetivos y buscan satisfacer sus intereses personales a expensas de los demás. Muchos viven entre nosotros: pueden ser compañeros, amigos o familiares que se mueven en el medio social, familiar o profesional. Es la forma de ser de muchos individuos con una personalidad narcisista.

Los manipuladores pasivos se presentan como víctimas que, sin talento ni capacidad, piden ayuda y llaman la atención de los demás. Los manipuladores activos se creen salvadores y no alcanzan a ver sus debilidades, por el contrario, muestran una falsa imagen de fuerza, conocimiento y amistad. Los manipuladores emocionales encubren su personalidad hasta someter a sus víctimas y atacarlas con sarcasmo, vejaciones y maldad; su doble personalidad les hace aparecer como personas de bien hasta causar daño y que al ser descubiertas emprenden la retirada.

Este tipo de personas son inmaduras, rencorosas, inestables, angustiadas, admiran a sus ídolos o dirigentes a quienes siguen con mucha obediencia y se someten incondicionalmente cumpliendo órdenes y buscando protección. Tienen una muy baja autoestima, por lo que sienten la necesidad de atención y admiración. No tienen empatía y no saben reconocer los deseos y sentimientos de los demás, su problema mental es de consecuencias muy negativas para la sociedad.

Muchas personas del mundo de la farándula, la política, el trabajo, la administración pública o privada, con este tipo de personalidad narcisista, van causando mucho daño en la vida de los demás. La prensa, noticieros, internet, redes sociales y más medios de comunicación van delatando a este tipo de individuos que han desacreditado la vida del país, por su evidente falta de capacidad y conocimiento. Es hora ya de poner fin a este tipo de personajes con un trabajo sincronizado entre las instituciones del Estado, vinculadas con el bienestar bio-psico social de las personas.