Outsider

Italo Sotomayor Medina.

Cada proceso electoral se ha convertido en la oportunidad perfecta para conocer a individuos que, dejan la comodidad de sus despachos, para incursionar en la política. La mayoría no tiene experiencia desde lo público y sus rostros pueden ser vagamente conocidos para la ciudadanía; sin embargo, captan su atención y comprometen su voto con lo que estiman es urgente para el país. Contrario a lo que sucede con los políticos tradicionales con una larga trayectoria en la vida pública, los outsiders provienen de ámbitos ajenos a la política convencional y buscan desafiar el estado de las cosas. Su ascenso al escenario político normalmente genera debates y controversias, ya que representan un cambio en la dinámica electoral y plantean nuevas perspectivas sobre la democracia y la representación.

Los outsiders tienden a capturar la atención de numerosos sectores de la población que se sienten desilusionados con la clase política tradicional. Su falta de afiliación partidista (aunque a veces buscan el auspicio de los mismos de siempre) y la percepción de que no están vinculados a los intereses de las esferas de poder, les otorgan un aire de autenticidad y si se quiere, originalidad. Los votantes cautivados por los outsiders, anhelan un cambio radical y una renovación del sistema político, por lo que ven en ellos una oportunidad de hacer oír su voz y lograr un giro significativo en la gestión gubernamental. Ahora bien, no todo es tan positivo como parece, pues, su falta de experiencia en el mundo político puede traducirse en dificultades para implementar sus promesas y planes de gobierno cuando llegan al poder. Además, su falta de conexiones políticas puede dificultar el consenso y la cooperación con otros poderes del Estado, lo que redunda en enfrentamientos y a una potencial paralización de la estructura del gobierno. ¿No me cree? Vaya pregúntele a Lasso.

Los outsiders en una elección presidencial son una manifestación del descontento ciudadano que promueve una búsqueda de nuevas alternativas de liderazgo. Aunque su aparición representa una oportunidad para renovar la democracia y dar voz a sectores excluidos, también presenta desafíos en términos de gobernabilidad y eficacia política. Es crucial que analicemos cuidadosamente las propuestas y antecedentes de estos candidatos, valorando tanto su capacidad de escuchar y representar a los ciudadanos. La participación ciudadana en el proceso electoral es fundamental para garantizar que la democracia siga siendo un sistema que refleje verdaderamente la voluntad popular. ¿A cuantos outsiders reconoce en estas elecciones? ¿Le daría su voto a alguno? ¿Le resulta sospechoso que estén arropados por tiendas políticas tradicionales? Dudas a resolver para el 20 de agosto.

@ItaloSotomayor
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