Megalomanía

Rodrigo Contero Peñafiel

Es una enfermedad psiquiátrica caracterizada por un delirio de quien ocupa una posición de poder y estimación suprema. La persona adopta el papel de alguien eminente y legendario, imagina ser poseedor de una gran fortuna, extraordinario poder y un talento superior. Quien lo padece tiene la convicción de que todo lo que dice, piensa o hace es maravilloso. Es vanidoso y tiene un marcado complejo de superioridad, siente desprecio por los demás, mientras oculta su complejo de inferioridad y agresividad. ¿Estas características le hicieron pensar en algún candidato?

El miedo a ser superado hace que este tipo de personas ridiculicen a quienes consideran una amenaza para su ego. Son narcisistas y el miedo los hace retroalimentarse en su grandeza. La Psiquiatría los ubica en una vida llena de resentimientos, en la que los complejos forman parte de su patológica personalidad y van condicionando la agresividad como mecanismo de defensa para evitar que su miedo interno se descubra. Según el tratado de psicopatología de Vallejos Nájera, “la estupidez relativa es un cuadro que describe el hecho de que un estúpido relativo siempre necesita de varios estúpidos relativos para que lo adulen”. ¿Cree usted que la campaña electoral ha hecho relucir este tipo de conductas?

Estas personas cantan, bailan y aparentan ser simpáticos, sonríen constantemente, tratan de ser el centro de atención en toda situación. Son falsos líderes que por su temperamento fogoso obligan a quienes les rodean a emitir opiniones, de lo contrario, la ira que desarrollan se vuelve contra quienes osaron contradecirlos. No admiten cuestionamientos y las personas que lo acompañan deben girar en torno a sus deseos. Por causas pequeñas pueden cometer exabruptos, ya que su actitud histriónica y dramática los lleva a agredir a quienes consideran un peligro para sus fines.

No existe tratamiento psiquiátrico, psicológico, farmacológico, hipnótico, quirúrgico, clínico, de medicina alternativa, magia o de cualquier clase que pueda controlar o curar esta enfermedad; pero, frente a las elecciones es nuestra obligación pensar bien y analizar nuestro voto para evitar que este tipo de personas presidan espacios de poder.