LA OEA EN CRISIS

Rodrigo Santillán Peralbo

La Organización de Estados Americanos —OEA— fue fundada en 1948 para alcanzar  un orden de paz y de justicia, fomentar la solidaridad y la igualdad, pero al llegar al 2023 padece de una profunda crisis económica, ética y estructural de impredecibles consecuencias. En la actualidad, la OEA se integra con 35 Estados libres, soberanos e independientes y se esperaba que fuera un espacio de diálogo, conocimiento e integración de nuestros pueblos, siempre que el imperio yanqui lo permitiera.

En el Consejo Permanente de la OEA, el Secretario de Administración y Finanzas, Jay Anania, al referirse a la presente realidad, manifestó que la situación económica de la OEA padecía de “una crisis estructural de largo alcance”, como consecuencia de la desastrosa actuación del secretario general, el uruguayo Luis Almagro, que será sometido a una rigurosa investigación externa para “determinar si incurrió en una supuesta ‘conducta indebida’”,  en su relación sentimental con una alta funcionaria del organismo.

Lo grave de esa actuación está en el uso de recursos económicos de la OEA para mantener su relación. Almagro habría hecho 34 viajes al exterior con recursos de la organización. En 32 de ellos, habría llevado a su amiga con gastos pagados, es decir con los recursos de los pueblos que aportan a la OEA para mantenerla activa y que cumpla con sus objetivos que, además, son manipulados por Estados Unidos para ejercer su dominio.

El presupuesto de la OEA es para Almagro y sus relaciones. No existe un ajuste presupuestario debido a la inflación y la cantidad de sueldos que debe pagar. La crisis es inobjetable, por lo que se espera que esa OEA que sirve a los intereses geopolíticos-económicos de Estados Unidos, desaparezca, para reemplazarla por la CELAC.