La hora más oscura

Nuevamente llega la hora más oscura. El fantasma soviético/zarista salió de los clósets de los siglos XIX y XX para recordar los trágicos años de las guerras mundiales. Da temor pensarlo, porque esta agresión militar del alucinado “zar soviético” Vladimir Putin fue ocasionada por su locura neo imperial y su fobia anti Occidente.

Las imágenes del amanecer de Kiev, iluminada por las explosiones, recuerdan las ya habituales en el Medio Oriente e hicieron cumplir las previsiones más pesimistas. Después de Sarajevo (1992) y Belgrado (1999), volvió la guerra a Europa. Pasaron menos de treinta años y otra capital europea está bajo ataque. Las ultimas bombas que cayeron en suelo europeo fueron al final del siglo XX. Parece que esos años sin conflictos pasaron rápido. La Europa pacífica cedió el paso a los expansionismos políticos y militares, a los nacionalismos y a la voluntad de potencias imperiales.

Las principales ciudades ucranianas están bajo fuego: intensos combates dejan considerables costos humanos y, desde el punto de vista humanitario, cientos de miles de refugiados en estados limítrofes -especialmente Polonia-. Además, acciones de guerrilla que durarán años, la intervención de otros estados directa o indirectamente, combatientes civiles, bloqueos económicos y aéreos, ataques informáticos macizos y mucha desinformación. La China de Xi Ying Pin aún espera el desarrollo de los acontecimientos.

“La primera víctima cuando llega la guerra es la verdad”, dijo el senador estadounidense Hiram Johnson en 1917, en la Primera Guerra Mundial. 25 años después, durante la Segunda, Winston Churchill dijo “en tiempos de guerra la verdad es tan preciosa que debería ser protegida por un guardaespaldas de las mentiras”. Dos frases de actualidad, ahora que la Rusia de Putin despliega campañas de desinformación para justificar la invasión de Ucrania.

Esta guerra, que no parece ser una decisión impensada de Putin, es un conflicto bélico y geopolítico con historia. «Ucrania fue un invento de los bolcheviques. Lenin y sus asociados cometieron un crimen histórico dividiendo un territorio que pertenecía al imperio ruso”, dijo Putin. Pero, atacar Ucrania no ha sido solo un acto de abuso e irrespeto a la paz y seguridad internacionales. Es la soga al cuello que Putin puso al pueblo ruso, engañándole con la gloria zarista-soviética. Invadir un país vecino por caprichos históricos indica que los grandes líderes aparecen en los malos momentos. Putin no lo es, porque es un delirante con poder nuclear.