Finalmente, Estados Unidos

María Paz Jervis

Estados Unidos constituye un socio estratégico y comercial fundamental para el Ecuador. Desde hace más de 10 años, el país ha trabajado por reforzar las relaciones comerciales con ese país, que desde el 2006 se suspendieron.

Estamos hablando del principal socio comercial del Ecuador, siendo el mayor destino de nuestras exportaciones de productos primarios, como el camarón, banano y flores, y también de productos industrializados como elaborados de productos del mar, manufactura de metales, entre otros, conforme las cifras a octubre de 2022, publicadas por el Banco Central del Ecuador. La balanza comercial no petrolera entre ambos países es positiva para el Ecuador en los últimos 3 años, consolidándose cada vez más a favor de nuestro país; a octubre de 2022 se ubicó aproximadamente en $ 2.000 millones.

El pasado 15 de diciembre, el Congreso estadounidense, aprobó la Ley bipartidista de asociación entre Estados Unidos y Ecuador para el 2022, lo que constituye una buena noticia para nuestro país.

Esta Ley amplía las bases para la cooperación de Estados Unidos con Ecuador en temas como el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la promoción de un crecimiento económico inclusivo, el apoyo a iniciativas de conservación del medio ambiente y el aumento de las capacidades para confrontar a la corrupción y la delincuencia transnacional.

Ahora existen buenas perspectivas para la firma del acuerdo comercial con importantes acercamientos entre ambos países, sin embargo, es importante entender que no se concretará en el corto plazo. Actualmente se ha venido discutiendo la incorporación de un nuevo capítulo de negociación dentro del sistema de preferencias arancelarias y un nuevo tratado bilateral de comercio. Considerando que, hasta finales de 2020, se encontraba vigente el sistema generalizado de preferencias (SGP) entre Ecuador y Estados Unidos, lo cual favoreció el ingreso de alrededor de 279 productos ecuatorianos al mercado estadounidense con un menor arancel y en otros casos sin arancel. Esta Ley definitivamente es un impulso hacia consolidar un proceso de acuerdo comercial, tanto a la interna de Estados Unidos, como en el marco de las relaciones bilaterales.

La política exterior de un país debe priorizar los grandes intereses nacionales, en lugar de las posturas personales de los gobernantes de turno o peor aún de corrientes regionales que se vuelve tendencia. Existen ciertos principios que deberían trascender al cambio de gobierno como política de Estado, por ejemplo, la apertura comercial al resto del mundo en procesos ordenados, estratégicos y progresivos. Una negociación exitosa requiere una visión de país concordada entre los distintos sectores económicos y sobre esto nos corresponde a todos seguir trabajando con mayor convicción.

Más allá de los vaivenes políticos nacionales, tener acercamientos diplomáticos y comerciales con Estados Unidos siempre es un buen negocio para el Ecuador. Recibamos el año 2023 con ilusión y mucho compromiso. ¡Felices fiestas!