Día de la Mujer y abrazo de paz

Celebraremos el Día Internacional de la Mujer, en medio de esta guerra que el mundo llora, y lo haremos con un abrazo de paz, como un bálsamo de ternura y victoria de esa humanidad que sueña así: “Oíase viniendo/ el abrazo de diversas caras y vestidos/ Encuentros cercanos/ y distantes./Seres con una condición/ y cien mil etnias./ Veíanse llegar/ monociclos con farolas,/ pirámides humanas,/ serpentinas/ acróbatas/ banderas de índigo y plateado,/zepelines diminutos,/estandartes,/ monolitos/. Un abanico terrenal de voces,/ la diversa canción y sus hosanas./ Veíase caminar,/ al final de este milenio,/ el girasol de las costumbres/ de tiernos cantos haitianos,/de bombos, panderetas y tambores,/ de danzas místicas del Tíbet,/ de huaynos y guarachas/, danzantes y marimbas,/ sevillana y balalaika,/ polkas/ candombe, son y marineras; /de mil y mil distancias y lugares./ Era como si hasta el polvo/ corease a los astros/ y el Partenón de Atenas/ susurrase sus secretos./ Era una acuarela tridimensional/ de instrumentos musicales. /El verbo pagano y religioso/ hecho fiesta en las bocas bondadosas./ Era el rumor de Cochasquí/ y Teotihuacán./ Era Iguazú/ y su descomunal enredadera/. Era el aroma de las flores,/ eran abadesas y shamanes/. Eran las manos bailarinas de Tailandia/. Una nube de aves amazónicas/ recorría la longitud multicolor/ de ese invencible puente/ entre el hombre/ y el mismo hombre/.”

Escribí este poema en mi poemario La suma de los pájaros y lo llamé, en su segunda edición,  “Abrazo universal”. Hoy lo comparto como un sencillo presente porque me está doliendo el mundo como a muchos. Ojalá los poemas llegaran a dulcificar el corazón de todos los dioses de la guerra. Ojalá pudiéramos decir más gracias, pedir perdón más veces y ser abrazo de paz para nosotros mismos y los otros. Ojalá las maquinarias de guerra y muerte fuesen ejércitos de abrazos y sonrisas. Necesitamos sanar las heridas de la pandemia, la pobreza, la corrupción y la desesperanza. En cada familia, barrio y ciudad podemos intentar construir el poder inconmensurable, sabio y eterno de la paz.

[email protected]