Acta por la Paz

Ana Changuín Vélez

El 30 de junio de 2023 se cumplió un año desde que el Gobierno Nacional y las organizaciones CONAIE, FEINE y FENOCIN firmaron un Acta por la Paz después de 18 días de movilizaciones en el país. La firma de este documento fue el resultado de diálogos y acuerdos para promover la convivencia pacífica y reducir desigualdades en Ecuador.

Con la suscripción del Acta por la Paz, los movimientos indígenas declararon el cese de las movilizaciones y comenzaron a regresar gradualmente a sus territorios. También suspendieron cualquier acción que pudiera afectar la paz y el orden público. De su parte, el Gobierno Nacional tomó decisiones importantes, como fortalecer el control de precios de los productos de primera necesidad, declarar una emergencia en el sector de la salud, condonar deudas de hasta USD 3000 del Banco del Estado del Ecuador, implementar medidas compensatorias para el sector agrícola, duplicar el presupuesto de la educación intercultural bilingüe y aumentar a USD 55 el Bono de Desarrollo Humano.

A propósito de la fecha, el ex ministro de Gobierno Francisco Jiménez ha sorprendido con la publicación de su obra ‘De la calle a las mesas’, un libro que recoge con mirada íntima los entretelones de la sala de crisis instalada en Carondelet frente a las protestas de junio. A lo largo de 18 capítulos, que corresponden a cada una de las jornadas de la movilización, se exploran eventos como la detención y posterior liberación del líder indígena Leonidas Iza, la intensificación de las protestas, el asedio a la ciudad de Quito y los primeros acuerdos fallidos. Además, se narra la lucha por la Casa de la Cultura, el proceso paralelo en la Asamblea Nacional para destituir al Presidente de la República, la reducción del precio de los combustibles, las reuniones llevadas a cabo en la Basílica del Voto Nacional y, finalmente, la conclusión de las protestas con la firma del Acta por la Paz.

Durante mi gestión en el Ministerio de Gobierno, tuve la oportunidad de participar y presenciar varios de los momentos descritos por el exministro. Algunas de estas experiencias incluyeron momentos de gran intensidad, como ser evacuada de la Basílica del Voto Nacional con la ayuda de un custodio de seguridad en moto; enfrentar obstáculos constantes para salir del centro histórico; y, ajustar una y otra vez el texto del acta durante la reunión final que fue televisada. En palabras del exministro, fue «lo más cercano a vivir una guerra».

Un año después y con la perspectiva necesaria que solo el tiempo brinda, puedo afirmar que la suscripción del Acta por la Paz constituye un hito en el proceso de reconciliación nacional que nuestro país necesita. La creación de las Mesas de Diálogo y la interacción de los Ministros de Estado con las organizaciones sociales marcaron una nueva forma de hacer política. Tengo la certeza que el diálogo es el camino para “reconstruir ese tejido social descompuesto”, así que no se deben tomar atajos ya que representa «esa esperanza, la promesa de un futuro para el país”.