Al son de: «Sse puede, sse pudo y siempre se podr» los quevedes celebraron ayer la clasificaci al mundial. La fiesta fue en grande, no se respetaron esquemas, los semoros se quedaron a oscuras y las calles 7 de Octubre y Bolar fueron el escenario principal que concentra cientos de personas entre nis, adultos, ancianos, jenes, mujeres y hombres.
Pitos, trompetas, luces de vgalas, globos, tambores, platillos y la alegr desbordante de los hinchas ecuatorianos fueron los instrumentos principales que llenaron de una magia impresionante y contagiadora en todos los corazones que vivieron minuto a minuto el partido de la selecci contra Uruguay.
Definitivamente el fbol es pasi y eso es lo que se sintiayer. No hubo distinci de raza, religi ni distinci social en lo ico que pensaron los quevedes era que por primera ocasi se ha clasificado al mundial.
La celebraci, empezdesde el momento que el bitro mexicano dijo: «jueguen muchachos», y los imos se encendieron cuando Ecuador empata la primera diferencia que nos hiciera Uruguay.
De un momento a otro
A los primeros minutos que culminel anhelado encuentro las calles lucn desoladas pero minutos despu, los buses urbanos, intercantonales, camionetas, camiones, motos, motocicletas, bicicletas, triciclos pasaban copados de personas que llevaban orgullosamente camisetas y la bandera del tricolor ecuatoriano.
Durante este recorridose contcon un total control de la Polic Nacional y de la Cruz Roja, que salieron en sus respectivos vehulos para evitar mantener todo controlado.
Los centros comerciales, oficinas plicas y m instituciones cerraron sus puertas una vez que empeza jugar la selecci.
«Todo es alegr es que Ecuador pudo y siempre podr celebrara lo mimo porque nuestra selecci hizo realidad nuestro sue de llegar al mundial, Jap-Corea allvamos», dijo Karina Intriago.
El personal de Diario La Hora sintien sangre propia la celebraci. Quienes forman parte de publicidad, cobranza, recepci, gerencia, contabilidad y redacci vivimos momentos de tensi y de emoci, pero una vez que culminel encuentro todos a una sola voz y en un so abrazo festejamos como el resto de la ciudad.