El padecimiento del ´Bolillo´

Javier Noriega
LA HORA

Faltaban 13 minutos para que se iniciara el partido y la selecci ecuatoriana salta la cancha con su estratega a la cabeza, ‘El Bolillo», quien al ver una hinchada tan frea se lanza la cancha con todo el entusiasmo.
Levantaba las manos y colocsu mano derecha en su cabeza y como «Pedro el Escamoso» hizo el pase del «Pirulino» y enviun abrazo a la distancia a cada una de las 45.000 almas que se dieron cita en el estadio Olpico Atahualpa.
Saludcon todo el mundo, abraza los fotrafos, a los polics y hasta se dio el lujo de firmar autrafos y alzar las palmas de sus manos hac los fanicos que no paraban de gritar ante su salida y la de los jugadores.
La gente enloquecida por su alegr coreaba «Bolillo, Bolillo» y nuevamente se levanta y se ree con sus muchachos a quienes seguramente les dio las instrucciones finales antes del encuentro.
A las 17H56 «El Bolillo» se dirige hacia la banca de Uruguay y saluda a su homogo Vtor P y luego entre las notas del Himno Nacional mirhacia la general norte, donde en las manos de los fanicos flameaba una inmensa bandera tricolor.
Como cualquier ecuatoriano corecada una de las sagradas notas de nuestro Himno. En pie firme no dejver su preocupaci y nuevamente se dirigia su asiento preferencial.

Un primer tiempo de infarto
Para quienes creen que Hern Dar Gez es inmutable durante un partido, sus acciones -si se miran bien- demuestran lo contrario, pues en vez de tirar y aflojar, no hace m que caminar en el ea destinada para los tnicos.
El partido dio inicio y «El Bolillo» se levanty se puso al filo de la cancha colocsus manos atr y luego se tomla cintura y miraba con especial atenci cada una de las jugadas de sus pupilos.
Aunque en la rueda de prensa diga que su equipo siempre trabaja en conjunto, hubo uno que lo sacde quicio m de una vez, Ra Guerr, a quien le tuvo que dar instrucciones m de una vez hasta que lo sac
Cuando se jugaban 18 minutos del partido «El Bolillo» se tomaba la cara, su preocupaci era evidente y m cuando los errores defensivos casi le producn infartos.
A los 10 minutos del partido el ataque de Ulises de la Cruz le devuelve la respiraci al «Bolillo» quien retorna a su banca, para casi de inmediato volver a pararse.
En la acci Guerr es agredido por uno de los jugadores uruguayos y «El Bolillo», como un padre que defiende a su hijo, se levanta y empieza a gritar y a defender a su muchacho.
En el minuto quince casi se le sale el coraz cuando Agust el ‘Tin» Delgado estuvo a punto de alcanzar el gol, el tnico so atina tomarse el coraz y, acto seguido, Jaime Iv Kaviedes hace lo propio y tambi falla otro intento.
A las 16h20 la actitud de desesperaci del estratega del equipo ecuatoriano era evidente, pues empeza gritar a sus jugadores para que muestren un mejor desempe.
Nuevamente el ‘Tin’ casi le saca el coraz a Gez, quien se refugibajo la sombra de Milton Rodruez, el preparador de arqueros, quien le brinda imo.
Pocos minutos despu «El Bolillo», quien estaba en camiseta y pantal azul se puso la chompa de la selecci y se senta mirar como ‘El Tin’ fallaba otro gol, esta vez de media vuelta.

El momento del penal
Cuando el partido se pon de lo m candente, un verdadero baldazo de agua fr lleg un error defensivo permitique los uruguayos se adjudicaran el primer tanto del partido.
Luego de esto El Bolillo bajla cabeza en repetidas ocasiones y mira los fanicos con un poco de frustraci, como preguntdose a si mismo en quhab fallado.
El primer tiempo terminy el tnico se metien el camerino con una imagen grabada en su mente, el festejo charr, que amenazaba con hacerle su Macaranazo, como sucedicon Brasil en 1950.

La vuelta de un aguerrido
Si, nada es imposible. Pese a que Uruguay se mostrcomo una muralla humana, que se escondien su cancha para guardar un resultado, la voluntad del ‘Bolillo’ y de sus muchachos tambi fueron inquebrantables.
Su confianza en Jaime Iv Kaviedes, quien fallcuatro goles cantados finalmente iba a tener su recompensa.
Las cosas se ponn feas para Ecuador, pero un cambio acertado, Alex Aguinaga por Kler Chal hizo que el rostro del tnico se llene nuevamente de esperanza y la afici recobre los imos.
Pocos minutos despu el centro de Aguinaga, la cabeza de Kaviedes y finalmente el gol del empate hicieron que el hombre show de las canchas volviera a sonre.
En ese momento «El Bolillo» no pudo esconder su alegr y al mismo tiempo que los fanicos lloraban, se metia la cancha a festejar con su equipo e incluso con la Polic.
Luego de esto su caminata por el ea de los tnicos se convirtien la corrida de un lado para otro, como cuando un guerrero espera su momento de atacar.

La vuelta olpica del tnico
Luego del gol del empate los ecuatorianos estuvieron en total control y la alegr del tnico era imposible de ocultar, pues en cada movimiento so quer que sus muchachos no perdieran la bola, que parec estar fija en su mirada.
El ‘Bolillo’ se jugsus timas cartas y metial gramado al ‘Cuchillo’ Ferndez y al ‘Chino’ Gez, quienes fueron aplaudidos por la hinchada al momento de su ingreso.
Faltaba poco, apenas tres minutos para que el partido terminara, y de la banca salieron todos los jugadores de reserva y empezaron a dar imo a sus comparos y el ‘Bolillo’ no perd su vista de la cancha. Tambi pidieron que los aficionados se paren y no se cansen de gritar.
El silbato final sony el ‘Bolillo’ inicisu espectulo levantlos brazos, se dirigihasta los graders, se quitla chompa e inicicarrera alrededor de la cancha.
Los fotrafos lo asediaban y en su trote no pudo evitar llorar de la alegr y no era para menos hab logrado lo imposible, llevar a nuestra selecci al mundial. Su sue y el de 13 millones de ecuatorianos se cumpliy un pa se llende alegr en el mismo d que la gente recuerda las buenas cosas de la humanidad.