Baños de Agua Santa en Tungurahua siempre ha sido uno de los destinos preferidos para los turistas no solo por su religiosidad, sino también por sus encantos naturales.
Uno de ellos es el nuevo espacio turístico, la caverna Sigsi Huayco, que abre sus puertas a los cientos de visitantes que llegan a la ciudad.
Este lugar lleno de encanto, misterio e historia escondida está ubicado en pleno centro de la ciudad y que devela la magia de la naturaleza y la fuerza del volcán Tungurahua.
El atractivo turístico atiende todos los días de 09:00 a 23:00.
Un lugar místico
El atractivo natural, ahora recuperado, se encuentra en el centro de Baños, en el barrio Amistad, donde permaneció escondido debajo de la vía Baños-Puyo.
Fue una familia la que emprendió la recuperación de este misterioso lugar que cuenta con una profunda caverna con vertientes de agua, así como vestigios de una civilización que adoraba a la Pachamama y al Dios Sol.
Rosa Otilia Gamboa, es una de las propietarias, quien aseguró que este sitio es natural y que se ha conservado en el tiempo.
Es una caverna llena de misterio, con una especie de altar donde se asegura, los incas llegaban.
“La literatura cuenta que los incas respetaban tanto la naturaleza, a la Pachamama, que aprovechaban este sitio para recobrar fuerza y llenarse de sabiduría. Es emocionante encontrar este tipo de templos sagrados”, dijo.
Sigsi Huayco se convierte en un templo de sabiduría, donde también se puede encontrar adecuaciones rústicas como columpios, un puente colgante y más detalles que conectan con la naturaleza.
“Aquí se puede observar el absoluto respeto a la naturaleza, se encuentra armonía y paz interior”, aseguró Rosario Leftz, turista alemana que visitó el lugar.
La caverna de Sigsi Huayco está ubicada en el barrio Amistad, en las calles Amazonas y Julio Cañar.
Recuperación
A decir de los propietarios fueron los abuelos, los baneños, quienes conocían el sitio, quienes dan fe de que este lugar efectivamente existió, pero que con el tiempo fue olvidado.
Según contaron, por el crecimiento de la ciudad y la construcción de la vía Baños-Puyo, la caverna fue relegada e incluso usada como escombrera.
Pero desde hace más de seis años fue descubierta por los actuales propietarios y empezaron una carrera titánica de recuperación.
“Este espacio está abierto para que todos los ecuatorianos y extranjeros puedan disfrutar de la historia, de lo místico de la caverna, pero sobre todo para que se conecten con la naturaleza, con las entrañas misma de la Pachamama”, dijo Rosa Gamboa. (FCT)