Richard Milovan O. de 39 años fue sentenciado a seis años y ocho meses de cárcel por el homicidio de su suegro de 91 años de edad. El hecho ocurrió en octubre de 2020.
El sujeto fue declarado como autor directo del delito de homicidio preterintencional. Además, deberá pagar una reparación integral de 20 mil dólares a favor de la familia de la víctima.
Caso
En la audiencia de juicio, el fiscal Jorge Basantes demostró la materialidad del delito y la responsabilidad del procesado.
El Fiscal presentó pruebas documentales, testimoniales y periciales, entre estas la autopsia médico-legal practicada al adulto mayor, misma que determinó una muerte violenta por golpes con objeto contundente.
Además, se presentó el informe de reconocimiento del lugar de los hechos y evidencias, testimonios de agentes aprehensores, familiares cercanos a la víctima, entre otros.
Tragedia
La muerte ocurrió el 24 de octubre de 2020 en el sector Macasto, al norte de Ambato. Richard habría llegado al inmueble en estado etílico e intentó agredir a sus hijos, de 12 y 17 años.
Los menores corrieron a sus habitaciones huyendo de su padre; sin embargo, el agresor entró a la habitación de su suegro y se desahogó con él, proporcionándole varios golpes.
Isabel B., hija de la víctima, contó a los investigadores que ese domingo ella tuvo que trabajar y a las 05:00 que llegó a la casa se encontró con la novedad de lo ocurrido con su marido y su papá.
Dato: El comportamiento del procesado se calificó como delito preterintencional.
Al ver que su padre presentaba serias heridas llamó al ECU 911 para pedir una ambulancia y ayuda de la Policía Nacional.
El agresor fue aprehendido por presunta violencia intrafamiliar y la víctima fue trasladada a una casa de salud. Su piel se desprendió de varias partes del cuerpo a causa de los golpes.
Después de cuatro días, el adulto mayor falleció por lo que Fiscalía reformuló cargos por el delito de homicidio.
Dato jurídico
El delito de homicidio está tipificado en el artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y aunque determina una condena de pena privativa de libertad de 10 a 13 años, se calificó el comportamiento del procesado como delito preterintencional, tipificado en el artículo 26, inciso segundo, del mismo cuerpo legal. (FCT)