Catedral, ícono de fe y esperanza en Ambato

Son las 15:28, es lunes día de feria en Ambato, y como lo hace varias veces por semana, Londres Freire entra a la Catedral.

Busca el dispensador de gel antibacterial y se aplica un poco.

Con solemnidad camina hasta el centro del templo, se inclina y se hace la señal de la santa cruz.

Mira por un momento el altar y se pone de rodillas, sus labios muestran que habla, en silencio para solamente ser escuchada por Dios. Pasan no más de cinco minutos y las lágrimas empiezan a caer. No las limpia, solo sigue hablando con su Creador.

Transcurren otros 10 minutos de eso y se levanta, limpia con un pañuelo su cara y se sienta en la banca. En silencio y con la mirada perdida en la gran e imponente imagen de la virgen ‘Nuestra Señora de la Elevación’ pasan otros 10 minutos.

Luego con la misma reverencia que entró, sale, no sin antes volverse a persignar para pedir el favor de Dios.

 

Liturgia 
- Hay tres misas de lunes a viernes a las 08:00, 12:00 y 16:00.
- Las celebraciones religiosas los sábados son a las 08:00, 10:00 y 12:00. 
- Mientras que los domingos a dichos horarios se suma el de 18:00. 
- Todos los servicios se realizan bajo estrictos protocolos de bioseguridad.

 

Ya en la vereda, lejos de la solemnidad del templo, pero con la misma fe, Londres cuenta que esta vez sus lágrimas son de alegría, pues sus plegarias fueron escuchadas y su esposo pudo superar el coronavirus, luego de estar hospitalizado y su hija menor consiguió trabajo.

“Jamás nos hemos sentidos abandonados por Dios y nuestra madre santísima, por eso vengo a agradecerles el cuidarnos siempre y a pesar de los problemas no dejarnos nunca», cuenta la mujer mientras se apresura a tomar la calle Montalvo con dirección a Ficoa en donde tomará el bus pasa subir a Pinllo a seguir cuidando de su familia.

Como esta, a diario se viven centenares de historias en torno a la Catedral de Ambato, iglesia símbolo de fe, amor y esperanza para los creyentes.

 

De La Matriz a la Catedral

Han pasado 72 años desde que la iglesia Matriz de Ambato quedó en escombros luego del terremoto del 5 de agosto de 1949.

Con ella se fue mucha de la historia religiosa de la ciudad. El templo original se construyó en 1698 cuando luego del terremoto la ciudad se asentó en ese lugar. En un inicio era un chozón grande con cubierta de paja y que poco a poco fue creciendo con las contribuciones de los fieles de la época.

Esta era una edificación que contaba con tres naves, con arcos atrevidos y cúpula aurora, que como consecuencia del terremoto del año de 1797 se destruyó por completo.

El fervor de mantener vivas sus esperanzas y su fe, de inmediato se construyó la iglesia Matriz, una hermosa infraestructura edificada con piedra pishilata y que tenía una mística especial que les transmitía paz a quienes llegaban al lugar.

Pero nuevamente la naturaleza convirtió en polvo el sacrificio de su gente y derrumbó la iglesia principal de la ciudad en el terremoto del 49.

 

 

El padre Mario Sarabia, párroco de la Catedral, explicó que la Diócesis de Ambato tenía poco más de una año de haber sido erigida por el Papa Pío X, por lo que fue monseñor Bernardino Echeverría, de la orden de los Franciscanos Menores, quien tuvo que estar al frente de la reconstrucción de la Catedral.

“No se puede cuantificar la ayuda que se obtuvo. Se contó con dineros del Vaticano, de Estados Unidos, Alemania, Italia y por supuesto el aporte de los fieles ambateños”, comentó el clérigo.

Mencionó que la familia Albornoz, de manera desinteresada, vendió un terreno en la zona alta de la ciudad y ese dinero lo donó para la reconstrucción de la Catedral, mostrando así la importancia que tenía este templo para la identidad de Ambato y su gente.

Su reconstrucción inició tres años después del terremoto y fue inaugurada el 12 de diciembre de 1954.

La actual edificación está hecha mayoritariamente de hormigón y cuenta con diferentes partes hechas de mármol y madera tallada.

 

Entre los cambios ejecutados es que la Matriz estaba ubicada en sentido norte – sur, mientras que ahora la

Catedral se construyó en sentido oriente – occidente, permitiendo que al nacer el sol el altar mayor sea iluminado.

En ella se puede ver a la Virgen Nuestra Señora de la Elevación, patrona de la Diócesis de Ambato y se cuenta con un altar especial para San Juan Bautista, patrono de la ciudad.

Además, tiene una pila bautismal piedra monitora, que conjuga de manera perfecta con la nueva imagen del principal templo de Ambato, que es un engranaje perfecto entre las cosmovisiones religiosas europea y andina de la zona.

Sarabia cuenta que la iglesia ha soportado otros eventos naturales como el terremoto de Pujilí, por lo que fue necesario intervenirla para que no tenga daños mayores.

Así, aparte de las refacciones estructurales, se intervino en su riqueza iconográfica de la mano del pintor ecuatoriano David Moscoso.

Una muestra de ello es la cúpula de la Catedral, a 60 metros de altura y cuenta con un área pintada de 200 metros cuadrados.

Esta restauración resalta la pictórica, a través del significado bíblico y teológico de la iglesia y sus fieles.

 

Importancia

El clérigo explicó que dentro de la historia de  la humanidad, ha sido importante el contar con un referente de fe.

“Esto se remonta al antiguo testamento, cuando el Señor pidió que se construyera el acta del pacto y luego el templo edificado por Salomón para que el pueblo tenga un lugar en donde reunirse y poder adorar a Dios«, explicó el Párroco.

Señala la importancia de la iglesia como estructura, por eso es que los pueblos se organizan en torno a los templos y a las instituciones que los rigen.

Además, dentro de la iglesia, la Catedral es muy importante porque es el espacio donde el Obispo realiza la tarea encomendada por el Santo Padre, el Papa, para darle las enseñanzas y guía del Creador a sus feligreses.

Todo esto se evidenció cuando los devotos, luego del terremoto del 49, empezaron a llegar con ofrendas de sus cosechas compuesta de agradecimiento del amor y misericordia que Dios tuvo con ellos y la ciudad.

“Desde entonces esas muestras de gratitud se han convertido en parte central de la Fiesta de la Fruta y de las Flores que es una muestra fehaciente de la fortaleza de los ambateño», dijo el Párroco.