Por eso hago todo lo que, honesta y honradamente, está a mi alcance para darles un mejor futuro

El estar acompañada de sus hijos mientras trabaja, ha sido siempre la realidad de Alicia Chango.
Actitud. El estar acompañada de sus hijos mientras trabaja, ha sido siempre la realidad de Alicia Chango.

Son cerca de las 11:00 en el sector de la plaza Primero de Mayo, sentada en unas cajas y entre frutas y legumbres está Alicia Chango, comerciante informal.

Acomoda su mascarilla, para tapar su cara por la vergüenza que le da al ver la grabadora, aunque está recelosa de dar su nombre, su pequeña de 5 años se acerca a su oído y le dice que diga como se llama y que no tenga vergüenza de contar su historia.

Ya con ese impulso, cuenta que su vida siempre ha sido el comercio en los alrededores de los mercados de Ambato. Ese fue el medio de sustento que le enseñó su mamá y ahora ella le dedica más de ocho horas, para sustentar a sus dos hijos.

“Esto es difícil, no podemos darnos el lujo de no salir a trabajar un día, porque cada centavo que vendemos cuenta a la hora de dar de comer y contribuir para los gastos de la casa«, dice Alicia mientras hábilmente desvaina fréjoles tiernos.

A sus 38 años asegura que ninguna de las cosas que hace por sus hijos es un sacrificio demasiado duro de hacer, ya que ellos son su motor de vida y quienes la consuelan cuando las cosas no van del todo bien.

“Yo me siento completa con ellos, mi vida no sería la misma si mis hijos no estuviesen conmigo. Por eso hago todo lo que, honesta y honradamente, está a mi alcance para darles un mejor futuro», dice mientras hace una pausa de su tarea para explicarle a su hija de qué color deberían ir pintados los sapos del deber que le mandaron en la escuela.

TOME NOTA 
Antes de las 05:00 empieza su jornada y termina pasadas las 22:00.

Su rutina

Poco antes de las cinco de la mañana empieza el día de Alicia. Tiene que dejar hecho el almuerzo, además, debe darle de desayunar a sus hijos y esposo, luego acomodar la carga y dejar todo a punto para llevar a sus hijos a la escuela y el colegio, y finalmente acomodar su ‘improvisado’ puesto y empezar el trabajo.

“Ser madre es una labor sacrificada, pero nada que no podamos asumir con responsabilidad. Pero entendiendo realmente que en nuestras manos está el formar a personas de bien”, puntualizó.

Recalcó que ella hace todos los esfuerzos posibles porque sus hijos crezcan y sean respetuosos entre ellos y con los demás, entendiendo que las diferencias no hacen ni más ni menos a nadie.

Recordó que si bien, la madre es fundamental en la vida de un hijo, los padres no pueden deslindarse de su crianza, porque ellos también necesitan del amor y cuidado de los papás para ser felices.

Para finalizar sostuvo que ser madre es una gran bendición en su vida y que cada día aprende algo nuevo sobre cómo sobrevivir con sus hijos, a pesar de las difíciles condiciones que se presentan en la vida.

«Estoy criando a mis hijos para que sean personas respetuosas con ellos mismos y las demás».

Alicia Chango,

Comerciante informal