Entretenido con unos juguetes que le regalaron, así se encuentra el pequeño Luis, de 4 años, quien vive con su madre, Marta, de 21 años, en una infraestructura que hace un par de años servía como chanchera (espacio donde pasan los cerdos).
Solo cuatro paredes de bloque cruzado albergan unos pocos enseres que con sacrificio la joven madre logró obtener para sobrevivir.
Unos plásticos hacen de techo de la improvisada vivienda, ubicada en Píllaro, en la localidad de Chacata, Santa Marianita, en la parroquia Marcos Espinel.
El frío es inclemente, pues la infraestructura no tiene ventanas y el piso retiene toda la humedad que se pueda imaginar debido a que una de las características del sector son las lloviznas habituales.
A pesar de todas las carencias, la amabilidad de la madre y su hijo son innatas. Se dibuja una sonrisa en el rostro del pequeño y saluda con emoción. “Yo me llamo Luis”, dice mientras invita a visitar su casa, se siente orgulloso de ella.
EL DATO Quienes quieran ayudar a esta familia pueden comunicarse al número 09 97 27 23 64 o acercarse a las oficinas de La Hora, en la calle Quito, entre Bolívar y Rocafuerte, en Ambato.
Su ropa la acomoda en unas fundas plásticas. Estas fundas las acomoda sobre unas tablas de madera que están dispuestas en un rincón.
“Aquí dormimos”, comenta el pequeño Luis, al indicar esas tablas, pues no cuentan con una cama ni colchón alguno.
| Evolución de pobreza extrema en Ecuador
2017 9,9% 2018 8,4% 2019 8,9% 2020 15,4% 2021 10,5% Información: INEC Elaborador por: La Hora |
Una odisea
Marta relata que llegó a Píllaro hace más de un año y se estableció en esta localidad, es oriunda de Cotopaxi y por cuestiones de la vida tuvo que abandonar su tierra natal, pensando tener más oportunidades de trabajo en la agricultura.
Pero las circunstancias y la pandemia no le han permitido conseguir trabajo, sin mencionar que su hijo de 4 años ya entró a Inicial 1 en la escuela de la localidad y tiene que estar pendiente de él, pues no tiene a nadie más.
“Si quisiera trabajar, es lo que más anhelo, quiero sacar adelante a mi hijo”, dijo Marta.
Según explicó, al tener que estar pendiente de su pequeño, entre ir a dejarlo y a recogerlo de la escuela, nadie le da trabajo y aunque recibe 50 dólares por el Bono de Desarrollo Humano, no le alcanza.
TOME NOTA Varios vecinos de la localidad ayudaron a adecuar el sitio donde viven, otros colaboran con enseres.
Realidad
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en su última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) al menos el 10,5% de los ecuatorianos se hallan en situación de pobreza extrema. Es decir, viven con menos de 1,61 dólares diarios.
La situación se vuelve más compleja en el sector rural, así lo evidencian las estadísticas.
En 2017 la pobreza extrema en el sector rural se registró en 17,9%, pero para 2021 se cerró con 20,3%. (FCT)