Uno de los platos más tradicionales y populares de la ciudad es el ‘caldo de 31’ o también llamado ‘caldo de la vida’, que es vendido en varios locales a lo largo y ancho de la urbe, donde ofrecen comodidad y variedad de menús que mezclado con un buen precio son los preferidos de los ambateños y turistas.
El ‘caldo de 31’ se prepara con las vísceras de res, que comprende el corazón, la ubre, las tripas, la panza, el pulmón e incluso el nervio que hierven y limpian con limón desde la tarde anterior, para mantenerlo a fuego lento y cocinándole toda la noche.
Algunos adultos mayores comentan que el nombre de ‘caldo de 31’ proviene a partir de que los obreros que trabajaban en el tren cada fin de mes, el día 31 cobraban y se acercaban a comer sin falta esta deliciosa sopa. (SVS)
Mercado Urbina
Martha Lescano es la encargada de seguir con la tradición de preparar los deliciosos ‘caldos de 31’ en el mercado Urbina, costumbre heredada por su madre que trajo desde Quito donde vendía y quien le enseñó a preparar la deliciosa receta.
Ya son más de cuatro décadas que oferta su delicioso menú que con los años se han ido sumando variedad de platos que satisface el paladar de sus clientes, papas con menudo, gelatina y aguacate es el complemento perfecto para combinar el delicioso caldo.
El negocio se encuentra ubicado en el puesto número 18, siendo uno de los primeros en vender en el concurrido mercado, a diario preparan dos ollas para sus fieles comensales, el horario de atención es todos los días a partir de la 07:00.
La propietaria hace una cordial invitación a turistas y ambateños que se acerquen a degustar de los deliciosos platos que están al alcancen del bolsillo de todos con módicos precios.
Para saciar el hambre nocturna
Al iniciar la noche en el sector de las calles Imbabura y Shyris un peculiar y delicioso olor atrae a los transeúntes que caminan por el sector. Ubicada un pequeño local esquinero se encuentra la señora Elena Palomo, una ambateña de corazón que prepara el conocido ‘caldo de la vida’.
Son varios años que Elena se dedica a la elaboración de la exquisita sopa que inició a vender en una carreta pequeña, con el paso del tiempo añadió al nutritivo menú tripa ‘mishqui’ llegándose a ganar el cariño de sus fieles clientes que degustan de sus delicias.
Quien le enseñó a elaborar el ‘caldo de la vida’ fue su madre que desde 50 años atrás ya vendía en el sector de la plaza de toros y tenía una gran acogida de clientes.
Con gran cariño y carisma atiende a sus comensales que no dudan en visitarla para probar sus delicias, que a decir de sus clientes el caldo es muy bueno para el estómago y para enfermedades como la gastritis.
El horario de atención es de lunes a viernes desde las 18:00 a 23:00, la propietaria invita que visiten su local y que se encuentra muy gustoso de atenderles.
Para saciar el hambre nocturna
Al iniciar la noche en el sector de las calles Imbabura y Shyris un peculiar y delicioso olor atrae a los transeúntes que caminan por el sector. Ubicada un pequeño local esquinero se encuentra la señora Elena Palomo, una ambateña de corazón que prepara el conocido ‘caldo de la vida’.
Son varios años que Elena se dedica a la elaboración de la exquisita sopa que inició a vender en una carreta pequeña, con el paso del tiempo añadió al nutritivo menú tripa ‘mishqui’ llegándose a ganar el cariño de sus fieles clientes que degustan de sus delicias.
Quien le enseñó a elaborar el ‘caldo de la vida’ fue su madre que desde 50 años atrás ya vendía en el sector de la plaza de toros y tenía una gran acogida de clientes.
Con gran cariño y carisma atiende a sus comensales que no dudan en visitarla para probar sus delicias, que a decir de sus clientes el caldo es muy bueno para el estómago y para enfermedades como la gastritis.
El horario de atención es de lunes a viernes desde las 18:00 a 23:00, la propietaria invita que visiten su local y que se encuentra muy gustoso de atenderles.