Música, cómo influye en el cerebro y su bienestar

MUSICA CEREBRO (2)
Actitud. Escuchar o tocar música impulsa varios estímulos en el cerebro.

La música no sólo ‘amansa a las fieras’, también tiene efectos sorprendentes en el bienestar emocional y las funciones cognitivas.

¿Qué ocurre cuando escuchamos música?

La parte derecha del cerebro hará imaginar y dejar volar las emociones y la parte izquierda se activará analizando las obras, haciendo hincapié en la parte más racional, como por ejemplo el sentido de la letra, figuras musicales, ritmos, etc.

La música induce estados emocionales al facilitar cambios en la distribución de sustancias químicas que puede inducir estados de ánimo positivos y aumento de la excitación, lo que a su vez puede ayudar a la rehabilitación.

CIFRA
23
ESTUDIOS
Que implican a alrededor de mil 500 pacientes encontró que 
escuchar música reduce la frecuencia cardíaca, la presión arterial y 
la ansiedad en pacientes con enfermedades cardíacas.

Algunas razones

El neurólogo Juan Ignacio Castiglione, destaca varios impactos que escuchar música provoca en el cerebro:

  • Rendimiento cognitivo mejorado: escuchar ‘música de fondo’ puede mejorar el enfoque, la atención y las habilidades de procesamiento de información, aumentando la productividad y el rendimiento. Su aplicación en pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) sigue siendo una de las principales estrategias cognitivo-conductuales.
  • Regulación del estado de ánimo: diferentes géneros y melodías pueden evocar sentimientos específicos, desde alegría y emoción hasta relajación y calma. No es de extrañar que la música se utilice a menudo como una herramienta terapéutica para mejorar el estado de ánimo, aliviar el estrés y los trastornos de ansiedad generalizada.
  • Mejora de la memoria: la música tiene una capacidad única para activar varias áreas del cerebro asociadas con el procesamiento de la memoria. El ritmo y la melodía de canciones familiares pueden desbloquear recuerdos olvidados y crear conexiones de impacto a largo plazo. En los últimos años, la aplicación de la musicoterapia en pacientes con enfermedad de Alzheimer es una de las principales estrategias de tratamiento sintomático.
  • Neuroplasticidad y desarrollo cerebral: la música puede tener un impacto positivo en la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales. Se ha demostrado que aprender a tocar un instrumento musical, por ejemplo, mejora el desarrollo del cerebro, particularmente en áreas relacionadas con el lenguaje, el razonamiento y las habilidades motoras, siendo mayor su impacto en los primeros años de vida.
  • Reducción del estrés y relajación: se ha descubierto que las melodías de tempo lento, como las piezas clásicas o instrumentales, reducen la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol, lo que promueve la relajación y una sensación de tranquilidad.
  • El efecto Mozart: una teoría que sugiere que escuchar música clásica, en particular las composiciones de Mozart, puede estimular temporalmente las habilidades cognitivas. Si bien se debaten las afirmaciones específicas de este efecto, está claro que la música, independientemente del género, puede tener efectos notables en nuestros cerebros.

Estos hechos enfatizan el inmenso poder de la música para moldear el cerebro y mejorar el bienestar global. Ya sea que esté buscando un impulso mental, una liberación emocional o simplemente un momento de relajación, la música es una herramienta increíble a nuestra disposición. (https://www.linkedin.com/news)

DATO
Hay registros desde 1911, un investigador estadounidense, 
Leonard Ayres, encontró que los ciclistas pedalean más rápido mientras escuchan música que en silencio.

Mejora el estado de ánimo e invita a moverse

Cuando la música llega a los oídos, las ondas sonoras se convierten en impulsos nerviosos que viajan a varias áreas del cerebro, incluidas las que liberan dopamina.

Escuchar música hace sentir mejor a las personas y promueve las interacciones sociales. Las personas que interpretan canciones o cantan sienten menos la soledad y tienen una mejor calidad de vida.

Además, la música favorece el movimiento, otro componente clave en la salud cerebral. La música puede ser una manera placentera de hacer ejercicio, ya que hace que parezca más fácil y entretenido.

TOME NOTA 
Un estudio realizado con pacientes con Ictus mostró mejorías en la atención visual 
mientras escuchaban música clásica.

La musicoterapia

Esta disciplina busca activar procesos fisiológicos y emocionales que permiten estimular funciones disminuidas o deterioradas y realizar tratamientos convencionales.

Se han observado importantes resultados en pacientes con trastornos del movimiento, dificultad en el habla producto de un accidente cerebrovascular, demencias, trastornos neurológicos y en niños con capacidades especiales, entre otros.

La música estimula la producción de:

  • Óxido nítrico, una sustancia vasodilatadora.
  • Libera serotonina.
  • Ayuda a reducir los niveles de cortisol, hormona responsable del estrés y la ansiedad.
  • Segregas Prolactina, hormona de la tristeza o que sirve como calmante de la pena.