Las ‘limpias’ y los baños energéticos han sido una tradición por años que se practica en los últimos días de diciembre, sin embargo, hasta esto cambió con la nueva realidad, según quienes practican estos saberes ancestrales.
Personas como Luz Sánchez del mercado Modelo, asegura que en sus 45 años de experiencia, desde que se dio la pandemia a causa del Covid-19, muchos escépticos se han inclinado por estas prácticas.
En la actualidad ya no solo se espera a fin de año para recibir a los clientes, ahora llegan más persona durante todos los meses.
Más adeptos
Ella, así como su nuera Kasandra, quien está aprendiendo el oficio dice que muchas personas quieren librarse de las malas energías causadas por el temor al virus.
Esto hace que tengan entre 10 y hasta 20 personas en el día que buscan realizarse una ‘limpia’ para eliminar lo malo y llenarse de abundancia en el florecimiento.
Cecilia Morocho llegó hasta el lugar para hacerse la que sería su cuarta ‘limpia’ en el año, ella asegura que antes esperaba a diciembre, pero ahora siente que lo necesita más frecuentemente, por todo por lo que está atravesando el mundo.
EL DATO El baño dulce incluye especies como el anís, clavo de olor y rosas.
Vilma Chiliquinga hace ‘limpias’ como parte de estos rituales de fin de año y asegura que antes cada cliente se hacía al menos una limpia cada mes, pero en la actualidad eso no basta porque las personas están más intranquilas desde la pandemia y buscan atención permanente.
Ya no quieren atraer solo la buena suerte, sino que quieren liberarse del estrés y la negatividad que les ha traído este mal mundial, dice Chiliquinga.
Ella cuenta que antes los padres llevaban a su hijos pequeños a curarse de los espantos y llegaban a purificarse para encontrar el amor y la fortuna, pero ahora lo hacen para quitarse el miedo y la pesadez de su cuerpo aunque sea por tiempos.
Los clientes tienen desde los 16 años en adelante donde en su mayoría son mujeres que se realizan los baños y las limpias, dicen las comerciantes.
EL DATO El baño con hierbas amargas como la ruda, la santamaría entre otras, sirve para sacar las malas energías.
Más que un negocio
Según Chiliquinga, pese a que la pandemia trajo muchas restricciones y cumpliendo las normas de seguridad en la actualidad, más personas buscan de este servicio, además, de la atención esotérica para cumplir con los ciclos de purificación.
Al respecto, Armando Moya, comerciante y conocedor de estos rituales en fin de año, aseguró que en esta época la clientela aumenta considerablemente.
Y a diferencia de otros años más personas buscan todo tipo de esencias o artículos que ayuden a los baños amargos o dulces que se usan para limpiar las energías y llegue el florecimiento.
Los costos de estos baños y limpias varían desde cinco dólares para los adultos, y tres dólares para niños, la sesión de ‘limpia’ o baño dura entre 10 y 15 minutos. (CNS)
Va más allá de creer
Zonia Núñez, naturopata y estudiante de medicina ancestral, aseguró que estas limpias y baños sobrepasan la creencia de las personas, pues no es magia, sino la aplicación de saberes que los antepasados ya practicaban y los heredan por generaciones.
Núñez aseguró que el poder de las plantas curativas influye no solo en el cuerpo de la personas, sino en su espíritu y en un corazón abierto a recibir los beneficios que estas puedan darles a través de manifestaciones.
Estos baños no son la llave a la transformación mágica de la suerte o el destino, dice Núñez, sino que es una depuración de lo que el ser humano carga de manera inconsciente y no le deja despertar, sin embargo, si lo practica abre un portal a altas vibraciones que a su vez atraen lo bueno, recalcó.
Un tema de cultura y tradición
Para el sociólogo Jorge Castro la práctica de rituales, hábitos, o todo lo que le ayue al ser humano a creer que su energía o suerte cambia con base en estas prácticas, lo hace una persona positiva y alegre por el tiempo que dure.
Además, los saberes ancestrales desde siempre han sido creados para servir a las personas, dijo el profesional, y si esto le sirve para tomar impulso y convencerse de que algo mejor vendrá vale la pena hacerlo.
Sin embargo, también habló del cuidado de dónde hacerlo y cómo hacerlo aprendiendo a diferenciar entre lo ancestral y la charlatanería pues para esto se necesita un amplio concomimiento, recalcó.
El sicólogo Alex Guerra en cambio se refiere al crecimiento de adeptos como una reacción al temor que sienten de contagiarse o morir en esta pandemia y con la que están aprendiendo a sobrevivir, por eso usan todos los recursos posibles pues necesitan creer en algo que los anime, dijo Guerra.
Mientras tanto, muchos clientes ya se realizan estos procesos naturales de purificación con la esperanza de que los días postreros sean mejores por su bien y el de los suyos.