Los niños que son víctimas de burlas en el entorno escolar frecuentemente no quieren ir al colegio.
La mayoría de los niños pequeños se enfadan automáticamente si les llaman por un apodo o tratan de ridiculizarlos de alguna forma.
Los padres no siempre pueden proteger a sus hijas o hijos de estas situaciones dolorosas, pero pueden enseñarles estrategias útiles para ayudarles a afrontarlas.
¿Por qué se burlan?
Burlarse es una manera efectiva de recibir atención negativa. Téngase en cuenta que recibir atención negativa es mejor que ser ignorado.
Por imitación
Algunos niños imitan lo que sucede con ellos en la familia o en otros ambientes, actuando de la misma forma con compañeros o compañeras de la escuela o del barrio.
Puede tratarse de chicos o chicas que viven algún tipo de molestia, agresión o violencia en su medio familiar o en su entorno cercano.
Para ser aceptados en su grupo
La necesidad de pertenencia puede ser tan fuerte que haga que se burle de otros para ser aceptado por los niños o niñas considerados más populares.
Por no aceptar las diferencias
La falta de entendimiento de diferencias podría ser el factor fundamental en algunas burlas. A veces no están familiarizados o no entienden diferencias culturales, físicas, de carácter o étnicas.
Por influencia de los medios de comunicación
Los niños están frecuentemente expuestos a burlas, comentarios vejatorios, sarcasmo y a faltas de respeto en muchos de los programas de televisión e internet dirigidos a ellos.
¿Cómo pueden ayudar padre y madre?
Ver el problema desde el punto de vista del niño, sentarse y escuchar atentamente y sin juzgar.
Escuche mientras describe cómo lo están molestando, dónde ocurre y quién lo está haciendo.
Entienda y valide los sentimientos de su hija o hijo. No se apresure a dar consejos, a lanzar críticas, deje que primero hable tranquilamente.
La reacción no debe ser exagerada.
Cuando padre o madre reaccionan con exageración pueden influir en la reacción exagerada del niño, pueden hacer que vea el problema fuera de sus posibilidades de resolución y que pierda capacidad de afrontamiento.
Podría ocurrir también que dejara de contar cosas en el futuro para evitar un disgusto a su padre o madre.
Invitar al niño a seleccionar sus amistades entre la gente que lo trate bien. Gente que le haga sentirse bien.
Revisar su propio comportamiento con su hijo, padre y madre son un modelo de comportamiento. Hay que revisar si en las relaciones familiares se producen situaciones en las que las burlas son frecuentes.
Ayudar al hijo a distinguir cuando una broma es una broma, la gran diferencia está en reírse con alguien o reírse de alguien. (CNS)