El 80% de curtidurías en Tungurahua no tiene planta de tratamiento de agua

Una acequia que pasa por Totoras evidencia la contaminación de las curtiembres.
Contaminación. Una acequia que pasa por Totoras evidencia la contaminación de las curtiembres.

Las curtidurías no cumplen con la normativa ambiental vigente al no tener una planta de tratamiento, cinco empresas ya han sido suspendidas.

El 80% de las curtiembres que operan en Tungurahua no cuentan con una planta de tratamiento de agua, así lo confirmó el director de Gestión Ambiental del Gobierno Provincial de Tungurahua, Isaías Quinatoa.

Del total de las curtiembres que hay en Ecuador se estima que el 80% están en la provincia. Según información de Corpoambato, existen aproximadamente 57 curtiembres, de las cuales el 90% están en Ambato.

 

Problemas

Quinatoa indicó que al momento se han suspendido alrededor de cinco empresas, se espera que en los próximos días se tramiten dos suspensiones más.

Al ejecutarse este proceso las actividades económicas que están incumpliendo la normativa ambiental no pueden operar hasta que implementen la infraestructura necesaria.

“Hemos sancionado a algunas de las empresas hasta por segunda ocasión, tenemos el respaldo de la ciudadanía perjudicada por el incumplimiento y sus denuncias”, aseguró.

El Director de Gestión Ambiental explicó que la implementación de una planta de tratamiento básica, según la producción de cada empresa, podría costar un mínimo de 300 mil dólares.

EL DATO
Tungurahua conglomera el 80% de las curtiembres a nivel nacional.

 

Contaminación

El cromo es uno de los principales elementos desechados por las curtiembres. La exposición directa a este químico se encuentra relacionada también con afecciones de piel e intoxicaciones. El cloruro de sodio, amonio, mercurio, cadmio, entre otros, también son desechados por las curtiembres.

El proceso para el tratamiento del cuero es altamente tóxico. Para obtener una tonelada de cuero terminado, son necesarios aproximadamente 500 kg de químicos para que las pieles sean tratadas.

El 85% de estos productos se convierten en desechos residuales, elementos tóxicos para cualquier ser vivo.

La acequia Marañón, ubicada en el barrio Central de Totoras, lleva 12 años convertida en un foco de contaminación.

Los moradores del sector están cansados de la pestilencia que producen los residuos químicos de curtiembres y fábricas de jeans que terminan en esta afluente de agua.

Flora Galarza vive junto a su familia en la orilla de la acequia, ella asegura que la pestilencia es todos los días y a toda hora.

“Antes mis hijos iban a la acequia para capturar peces de lo limpia que era el agua, ahora tenemos que cuidarnos de la contaminación”, aseguró.

 

Responsabilidad

La Curtiduría Tungurahua es una de las empresas en la provincia y el país que cumple con la normativa ambiental, lo cual le permite exportar sus productos a varias partes del mundo.

Gonzalo Callejas, gerente general de la entidad, dijo que se han invertido más de 1.2 millones de dólares para la implementación de plantas de tratamiento de agua desde su ingreso a la planta.

“Hoy por hoy estamos recirculando un 48% del agua que utilizamos, tenemos una planta que está dividida en los tres principales sectores de una curtiembre que es pelambre, curtido y teñido”, indicó. (RMC)