Si hay algo que les falta a muchas personas es sin lugar a duda el sentido común, a veces me sorprende que pueda existir gente que tiene la obstinación de depositar sus ahorros e incluso su patrimonio en estas captadoras de dinero ilegal.
Simplemente es inconcebible que en pleno 2022 la gente siga cayendo en esa ambición desmedida de ganar mucho en poco tiempo, eso no existe, simplemente caen en las patrañas de estos delincuentes farfullas que convencen no solo a los más vulnerables con pequeñas cantidades, sino a personas que uno no se imagina.
Sí, a militares y policías, cantidades asombrosas de dinero que depositaron con el respaldo de un simple papel elaborado en alguna imprenta de mala muerte e impregnado un sello para darle “validez” a una estafa sin precedentes.
¿Así de básicos somos los ecuatorianos?, lo peor de todo es que deben haber seguramente decenas de captadoras de dinero ilegal que son una bomba de tiempo que aún no estalla, que siguen receptando dinero y ofreciendo una gran rentabilidad, esto nos lleva probablemente a una sola razón para poder sostener estas organizaciones y es el lavado de activos.
No existe otra forma para mantener una estructura financiera de esas características y es por eso que el problema se convierte en algo mucho más peligroso por el involucramiento de las instituciones de seguridad del Estado
No entendemos que hacía ‘Don Naza’ en el Ministerio de Defensa, ¿qué le está sucediendo a nuestra sociedad? La corrupción nos carcome, ¿en quién confiamos?
La justicia es igualmente una utopía, jueces sinvergüenzas que otorgan habeas corpus a diestra y siniestra, comprados y amenazados o probablemente por amistad con los mismos delincuentes, hablar de que al Gobierno se le va de las manos la seguridad puede ser una realidad, pero el mismo tiempo ¿cómo cambiar un sistema que viene enraizado hasta lo más profundo de la sociedad?, ¿deberíamos refundar el Ecuador? Y claro, si caemos en ‘Big Money’ es por tener ‘Little Brain’.