Augusto N. Martínez, la parroquia en honor al sabio ambateño

Entre sus construcciones antiguas sobrevive la iglesia.
Arquitectura. Entre sus construcciones antiguas sobrevive la iglesia.

Esta tranquila parroquia cuenta con agricultura e industria que la vuelven un espacio de desarrollo.

La parroquia Augusto N. Martínez fue creada en el territorio Mundugleo, palabra que según Nicola López podría tener su origen del Araucano Mundug de Muntun, que significa librarse y Leo de Ivu que sería río, es decir río que se libra.

En la transformación morfológica de las palabras, según Nicola, puede ser que esta palabra venga del quichua Mundachina, muchina que significa amontonar y leo del cañari que quiere decir culebra, siendo amontonamiento de culebras en la cima de la colina.

La parroquia fue creada el 18 de octubre de 1939 mediante decreto del Concejo Cantonal, en este se le anexan los sectores de Calgua y Samanga. Se marcan sus límites, por el norte los páramos del Caserío Calgua y la quebrada Chivohuaico; por el sur el límite de la zona urbana de Ambato, por el este el Camino Real; y por el oeste la acequia Jáugueri.

En este decreto se nombra como cabecera de la parroquia al caserío Mundugleo y se la nombra como Augusto N. Martínez en honor al ilustre ambateño.

Entre sus actividades esta parroquia aún mantiene sembríos de mora y frutilla, además de una importante actividad avícola y de zapatería que emplea a gente de la parroquia.

DATO
Augusto Nicolás Martínez Holguín nació el 25 de marzo de 1860.

 

Lugar tranquilo

“Más que nada es seguro, los moradores estamos pendientes de la gente nueva que viene. Con la delincuencia de hoy en día hemos quedado en que nos vamos a cuidar entre todos”, dijo Mirian Mena, habitante de Augusto N. Martínez.

Doña Mirian prepara bolones en las tardes, ella considera que la parte culinaria es uno de los atractivos de la parroquia. “Algunas personas vendemos comida que resulta un atractivo para los visitantes”, comentó.

El vivir en comunidad es una fortaleza en donde los moradores se apoyan y se sienten con confianza de vivir entre vecinos.

El legado de Martínez

El nombre de la parroquia es un homenaje al científico ambateño Augusto Nicolás Martínez Holguín nacido el 25 de marzo de 1860, fue el segundo hijo del doctor Nicolás Martínez Vásconez, su biografía de manera extensa se encuentra impresa en el libro Ambatiqum del historiador Gerardo Nicola Garcés.

En 1869 se trasladó junto a su familia a vivir en Quito, en 1874 estando en el colegio San Gabriel pidió autorización a su padre para entrar como oyente en la Politécnica Nacional.

Martínez se entrevistó con el sabio Teodoro Wolf y con mucha confianza dijo que él estaba preparado para ser parte de este centro. Pidió prestado los cuadernos a sus compañeros que eran seis años mayor que él y se igualó en las clases. Aquí inventó un sistema de taquigrafía para tomar apuntes, esto le ayudó a ser uno de los mejores alumnos a pesar de ser apenas un adolescente.

En octubre de 1874 fue admitido oficialmente como alumno de la Politécnica Nacional, rindió su examen frente al presidente García Moreno, quien lo felicitó y lo invitó a su casa, varias de estas vivencias las escribió en su libro ‘Sesenta años de recuerdos’, editado en 1934.

En 1875 el profesor y científico Dressel lo invitó a ascender a varios volcanes del país, el primero fue el Quilotoa en donde festejó su cumpleaños número 15.

En 1876 se graduó en la Politécnica Nacional y a pesar de haber cursado solo dos años y tener 16 de edad, se le otorgó el título de profesor de ciencias sociales y de química.

Por alrededor de dos años pasó en la Liria donde aprendió por su cuenta inglés y francés, además profundizó en los secretos de la fotografía, por lo que algunos lo consideran como el padre de este arte en el país.

 

TOME NOTA
Augusto N. Martínez profundizó los secretos de la fotografía, por lo que 
algunos lo consideran como el padre de este arte en el país.

 

Investigador

En 1880 inició la publicación de sus investigaciones de campo, en este mismo año con su hermano Anarcasis, plantaron árboles raros en la Liria, estos habían sido traídos desde la Amazonía.

Ascendió solo al volcán Antisana cuando cumplió 20 años, de este viaje que duro un mes editó ‘Memoria sobre el volcán Antisana’, que salió en el periódico La Nación de Guayaquil y que a Dressel le gustó tanto que lo tradujo al alemán.

Fue desterrado por sus ideas revolucionaras, junto a otros liberales de la ciudad, cuando regresó se enlistó en el ejército en donde llegó hasta el grado de mayor.

En el gobierno de Alfaro en septiembre de 1895 se lo nombró como el tercer director del Observatorio Astronómico de Quito.

Fue rector del Colegio Bolívar y en varias ocasiones apoyó causas a favor de la educación, de la mejora y creación de escuelas y colegios.

 

TOME NOTA
La parroquia Augusto N. Martínez fue creada el 18 de octubre de 1939.