Hombres y mujeres se colocan a los dos costados de la calle con las aves y los que no alcanzan hacen una fila en la mitad de la vía adoquinada y muestran los animales.
En pleno centro de la parroquia de Sangolquí está ubicado el mercado central, donde los jueves de feria se acoge a los vendedores de animales de granja. Desde la intersección entre la calle Riofrío con la Venezuela se comercializan todo tipo de aves de corral.
A la Riofrío llegan desde las primeras horas de la mañana decenas de granjeros, que en sacos de yute transportan a conejos, cuyes, pavos, gallos, gallinas, patos, codornices, gansos… para comercializarlos.
Hombres y mujeres se colocan a los dos costados de la calle con las aves y los que no alcanzan hacen una fila en la mitad de la vía adoquinada y muestran los animales. Los interesados en comprarlos tienen para escoger, se fijan en la talla, el peso y la edad de las aves.
Son dos tipos de clientes los que llegan a este sitio de venta directa de aves de corral: los que adquieren aves para el autoconsumo y los que sacan crías, por ello buscan hembras y machos. Esto ocurre con los conejos, cuyes y pavos.
Son muy requeridos
Entre los vendedores está Lorena Carrión, una criadora de gallinas, quien tiene una granja. Asegura que a los tres meses ya saca a la venta las aves. A comerciantes como ella los buscan las personas que tienen negocios de venta de pollos a la brasa. En este sitio también hay la venta de huevos de gallina de campo, hay quienes ofrecen huevos de codornices.
Otra de las aves que se venden son los pichones. Se dijo que se los utiliza para prepararles un caldo a las mujeres que han dado a luz, que les permite recuperarse y alimentar mejor a sus hijos. (PSD)