Liberan en Ecuador a loros símbolo de lucha contra el tráfico de especies

CIFRA. El programa de Jocotoco con la Fundación Loro Parque han invertido en el proceso unos $60.000.
CIFRA. El programa de Jocotoco con la Fundación Loro Parque han invertido en el proceso unos $60.000.

Redacción PIÑAS

EFE

Un total de 19 loros caretirrojos volvieron el martes a su hábitat natural tras haber sido rescatados y rehabilitados en el sur del país, donde el comercio ilegal y la pérdida de bosques amenazan su ahora frágil existencia.

El revoloteo de las pequeñas aves se sintió en la reserva Buenaventura, unos 600 kilómetros al sur de Quito, en el corazón de El Oro, fronteriza con Perú.

De máximo 38 centímetros de longitud, pico fuerte color marfil y plumaje predominantemente verde claro, el ave agradece su nombre a las plumas de un rojo intenso de su corona, frente y cara, donde sobresalen unos ojos negros rodeados de una aureola amarillenta. Una combinación de plumaje que hace que su belleza sea, a veces, también su maldición, pues hay quienes los codician como mascotas.

Esta ave diurna (psittacara erythrogenys) habita en zonas húmedas y semihúmedas, bajo los 1.100 metros de altitud.

La Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza la cataloga como ‘casi amenazada’. En la Lista Roja de Ecuador aparece como ‘vulnerable’ y, aunque no está en peligro de extinción, la pérdida poblacional preocupa a los expertos.

Dramática pérdida
Martin Schaefer, director ejecutivo de la Fundación Jocotoco, en Ecuador, mencionó que hay entre 10.000 y 15.000 loros caretirrojos, que representa el 10% de lo que había hace un siglo.

Según José León, coordinador de investigación de la misma fundación, el tráfico se realiza de forma “artesanal”: el nieto le dice a la abuelita que quiere uno; ella conoce a quien captura aves y se lo consigue.

Pero hay quienes los trafican a escala internacional y pueden vender entre cinco y 10 dólares cada ave, un precio que no baja de 100 dólares en terceros mercados.