Redacción QUITO
En el Ágora de la Casa de la Cultura (CCE) de Quito se montó una capilla ardiente para que seguidores y familiares se despidan de Ángel Medardo Luzuriaga, líder de la popular banda Don Medardo y sus Players, quien falleció a las 05:30 de hoy martes 19 de junio. La capilla permanecerá hasta mañana a las 16:00. Luego los restos serán trasladados a Camposanto Monteolivo para su descanso final.
¿Y quién no ha bailado con Don Medardo?, es lo que gran parte de los asistentes a la capilla ardiente se preguntaban con nostalgia en sus rostros.
Poco a poco, los seguidores del maestro Don Medardo llenaban las frías localidades del Ágora mientras observaban en el escenario el féretro que contenía a la ahora leyenda de la música ecuatoriana, quien junto con otros grandes como Julio Jaramillo, Carlota Jaramillo o el dúo Benítez y Valencia, por tan solo nombrar a algunos, se ha convertido en herencia musical esencial de este país.
Y es que el centenar de discos que Luzuriaga grabó es muestra de su capacidad de componer y crear melodías bailables que han viajado hasta los rincones más escondidos de Ecuador y del mundo, ya que su legado internacional también fue importante.
Países como Colombia, Perú, Estados Unidos, España, por nombrar solo algunos, disfrutaron de las giras de esta orquesta creada hace medio siglo.
Don Medardo es símbolo de baile, de pasarlo bien, de compartir un momento de alegría mientras la banda toca en una boda o en un cumpleaños. Una fiesta con Los Players estaba garantizada y todo esto gracias a la visión que un día Medardo tuvo.
“Yo toqué con él desde los 15 años, él me enseñó todo. Yo ahora trabajo en la banda sinfónica del Consejo Provincial de Pichincha pero siempre habíamos estado en contacto”, cuenta con añoranza Rubén Darío, uno de sus hijos.
Miguel, otro de los descendientes de Medardo, explica que su partida fue repentina pero que poco a poco está asimilando este momento de dolor.
“Todo el país le reconocía enseguida. Sus compañeros artistas siempre le respetaron y le quisieron. Puedo decir que lo más importante que nos dejó mi papá fue el valor del trabajo”, explica el músico, quien heredó, al igual que la mayoría de sus hermanos, la pasión por el ritmo y las composiciones.
“El Señor se lo llevó y ahora está junto a él. Yo creo que es una gran pérdida para Ecuador y para todos los músicos que hemos crecido en este mundo del género tropical en el país”, agrega Darío.
El último Día del Padre
El pasado domingo, durante la celebración del Día del Padre, los hijos de Medardo pudieron estar junto a él, así lo afirma su hijo Darío.
“Anécdotas hay miles junto a papá pero lo más importante es que siempre estuvo al lado de nosotros, siempre nos daba consejos y la solución inmediata. Era una persona tan de mundo que siempre tenía una respuesta acertada y alegre, nunca tuvo con nadie un disgusto, era una persona amable y muy querida”, explica.
“Él quiso demasiado a la gente, a su público y al Ecuador entero. Al final, ¿quién no ha bailado con Don Medardo?…”, finaliza Darío. (CC)
