Más sectores cerrados para evitar el ingreso de antisociales

ACUERDO. Moradores de diferentes sectores financian las puertas o barandas para estar más seguros.
ACUERDO. Moradores de diferentes sectores financian las puertas o barandas para estar más seguros.

Hay criterios a favor y en contra por estos bloqueos con puertas metálicas.

El auge delictivo mantiene en zozobra a los habitantes de Santo Domingo, quienes optan por implementar sus propias estrategias para evitar ser víctimas de las bandas que operan en esta localidad.

Muchas intersecciones han sido bloqueadas por los moradores, ellos aseguran que no cuentan con la suficiente vigilancia policial y quieren mantener seguras a sus respectivas familias.

Durante el presente mes se ha replicado esta estrategia de seguridad en varios sectores de Santo Domingo, tanto en barrios populares como en urbanizaciones privadas.

Uno de los últimos tramos intervenidos fue el ingreso a la urbanización Coromoto, donde días atrás los habitantes protagonizaron un plantón pacífico para pedir ayuda de las autoridades ante el frecuente ingreso de libadores, asaltantes y probablemente hasta consumidores de estupefacientes.

“No teníamos tranquilidad, en el día entraban sujetos en moto y al mínimo descuido asaltaban a los transeúntes. En las noches muchas personas ingresaban a beber y hacían bulla, realmente era un ambiente complejo”, dijo María.

La urbanización Banco de Fomento volvió a cerrar sus intersecciones, como en años anteriores. En el lugar se implementó puertas eléctricas y a través de una aplicación permiten el ingreso de las visitas; caso contrario, solo entran los residentes.

Otros puntos

En los sectores populares también se han aplicado estas medidas. Por ejemplo, en Río Verde varias de las entradas aledañas al baipás Quito – Quevedo están cerradas con barandas metálicas.

Lo mismo ocurre en la cooperativa San Ignacio. Los moradores bloquearon accesos principales para evitar que ingresen antisociales para delinquir en la zona.

“Aquí robaban todos los días y a cualquier hora. No hubo otra alternativa, aunque esto también ocasione contratiempo a taxistas o vendedores que andan en medios de transporte”, mencionó Carlos Salazar.

En el Portón del Consejo Provincial las cosas son más drásticas. Al caer la noche nadie puede ingresar por la puerta adjunta a la vía La Bengala, ni siquiera los propios moradores.

La garita principal permanece con barandas eléctricas y custodiadas por guardias que autorizan el ingreso de los habitantes, pero este personal de seguridad ya habría sido amenazado por bandas delincuenciales.

Posturas

En muchos de estos sectores funcionan negocios y los propietarios son conscientes que es una medida de seguridad, pero aseguran que han perdido clientela.

“Muchos usuarios vienen de otros sectores. Algunos entienden y cumplen el protocolo, para otros es engorroso y optan por no regresar”, indicó el propietario de un gimnasio. (JD)

Acompañamiento
Representantes de la Policía Nacional aseguran que intensifican los patrullajes en la localidad y que hacen asambleas comunitarias para tomar acciones de seguridad en conjunto con la ciudadanía.
Municipalidad
Las autoridades cantonales todavía no se han pronunciado abiertamente sobre estos cierres, pero en algunas ocasiones dejaron claro que apoyarán toda acción de seguridad. Sin embargo, las personas que no están de acuerdo aseguran que buscarán acercamientos en control territorial para que se habiliten los accesos al público.
EL DATO
En la cooperativa Heriberto Maldonado las puertas la abren por horas.